444. Dedal AYLLÓN // AYLLÓN´s Thimble

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Dedal Cerámica Ayllón (Segovia).

Aquí os traigo un nuevo dedal de cerámica que me traje de la única visita que hemos realizado al pueblo de Ayllón, uno de los famosos pueblos con encanto de España. Es un dedal en el que podemos ver en una panorámica diferentes edificios y monumentos importantes del pueblo. Este dedal lo conseguí en la tienda «Artesanía El Hada Leanan, Inspiración y calidad artesanal», situada en la Plaza Cronista Artigas del pueblo.

Ayllón es un municipio y villa española situada al noreste de la provincia de Segovia, en la comunidad autónoma de Castilla y León. La población del término municipal, que además de Ayllón incluye los núcleos de Estebanvela, Francos, Grado del Pico, Saldaña de Ayllón, Santa María de Riaza, Santibáñez de Ayllón y Valvieja, asciende a 1196 habitantes (INE, 2019).

La villa de Ayllón se encuentra en la parte noreste de la provincia de Segovia, cerca de las provincias de Guadalajara y Soria con las que linda el municipio.

Está a 94 km de Segovia capital y a 100 km de Soria, pudiendo llegar desde Aranda de Duero también, a 45 km. Se puede acceder a la localidad por la carretera nacional N-110 (km 96) de Soria a Plasencia.

Por el municipio pasan los ríos Aguisejo y Riaza.

Historia.

Ayllón es probablemente de fundación celtíbera. Fue destruido por los romanos bajo el mando de Marco Fulvio Nobilior en 190 a. C. Está muy cerca de Tiermes. Existe una necrópolis visigoda en la zona de Estebanvela. Repoblado durante la ocupación árabe en el siglo X se nombra por primera vez con el nombre de Aellon en el año 1076.

Fue la cabecera de una comunidad de villa y tierra que englobaba pueblos de las actuales provincias de Segovia, Soria y Guadalajara denominada comunidad de villa y tierra de Ayllón. El 8 de Abril de 1202 Alfonso VIII, estando en Ayllón, otorga el fuero de Logroño a la villa de Frías (Burgos), localidad que acababa de ser repoblada por impulso real al abrigo de su castillo. En 1337, el rey Alfonso XI y su hermana Leonor, reina viuda de Aragón, con motivo de las discordias, que mediaban entre esta, y el rey Pedro IV el Ceremonioso. La reina Leonor había huido al reino de Castilla y León, con sus dos hijos, los infantes Fernando y Juan.

El 31 de Octubre de 1411, durante la regencia de Catalina de Lancaster, se firmó el Tratado de Ayllón entre España y Portugal, para poner fin a la crisis de 1383-1385 en Portugal y el reconocimiento de Juan I de Avís como rey de Portugal. El 2 de Enero de 1412 se aprobaron las llamadas Leyes de Ayllón (o Segundo Ordenamiento de Valladolid), medidas discriminatorias contra los judíos y mudéjares. Poco después fue residencia del condestable Álvaro de Luna, durante el reinado de Juan II de Castilla.

En la época de la trashumancia, Ayllón era una de las dos sedes de reuniones anuales, la de otoño, del Concejo de la Mesta. La mayor parte de los monumentos actuales data de los siglos XV y XVI.

Parajes.

Tiene también bonitos espacios naturales a pocos kilómetros, como pueden ser la sierra de Ayllón, el parque natural de la Tejera Negra, además se puede visitar el hayedo de Montejo, las hoces del río Riaza y su reserva de buitres, el parque natural de las Hoces del Río Duratón y en la provincia de Soria, el parque natural del Cañón del Río Lobos.

  • La Martina, en lo alto de la villa.
  • Yacimiento de La Cueva de la Peña, descubierto en 1992 en la zona de Estebanvela.

Geografía.

Al nordeste de la provincia de Segovia, limita con Soria, Guadalajara y Burgos, y próxima al Sistema Central, se alza la villa de Ayllón. La sierra que lleva su mismo nombre, presenta en su parte más alta oscuras pizarras silúricas, y en el piedemonte rocas envuelta en arcilla, que son las responsables del color que caracteriza a esta tierra.​

Se encuentra dentro de las cuencas hidrográficas del río Aguisejo, tributario del Riaza afluente del Duero. La vega que configura se transforma en terreno favorable para huertas de hortalizas, árboles frutales y prados de riego.

La ganadería fue durante siglos la principal riqueza de la Comunidad de Villa y Tierra de Ayllón. Fueron famosas durante la dominación romana, las ovejas de la Extremadura castellana. Después de la dominación árabe, los reyes conquistadores concedieron privilegios para favorecer la ganadería: establecieron pactos con los árabes para el paso de la ganadería de unos territorios a otros. En el s. XVII la calidad de la lana producida en la provincia de Segovia la convierte en la base del comercio con Flandes.​

No han llegado testimonios escritos sobre el origen de Ayllón. La población celtibérica debió estar situada en las ruinas de Santiago y «los Paredones». Visigodos, árabes y cristianos volvieron a fortificarse en la cumbre del cerro. La presencia de los árabes quedó reflejada en el Cantar del Mío Cid y en los numerosos vestigios que todavía se conservan. Tras la reconquista en 1085 por Alfonso VI, esta villa vive una época de esplendor: se restaura el castillo y murallas, se fundan monasterios, y se convierte en la capital de un concejo que cuenta con milicia propia.

Descripción.

Los primeros textos que describen a Ayllón, lo hacen como una villa fortificada, con tres puertas de entrada: Puerta de San Juan, el Arco y Puerta de Languilla, de las que sólo se conserva la segunda.​

En la Plaza Mayor se sitúan el poder civil –ayuntamiento– y el religioso representado en la iglesia de Santa María de estilo neoclásico, que ha recibido elementos procedentes de las parroquias extinguidas. Su planta es de cruz latina y el campanario se remata con una espadaña. En la portada dos columnas estriadas sustentan la hornacina con la imagen de la Virgen. En la plaza mayor, frente a la Casa del Ayuntamiento, se localiza la Iglesia de San Miguel. De traza románica, consta de una nave, atrio, ábside cilíndrico y espadaña. En el S. XV se construye el pórtico en el que se alza el escudo de armas de la familia Contreras. En 1675 el Cabildo acuerda hacer un mirador sobre los soportales para poder contemplar los festejos taurinos que se celebraban en la Plaza Mayor.​

Encontramos además en la villa el Palacio de Vellosillo, el Palacio de Contreras con portada de sillería recuadrada con un cordón franciscano, y las ventanas de arco rebajado o cuadrangular con guarniciones de bolas, molduras e impostas; o el antiguo convento de San Francisco de Asís. Fundado en 1214, la fachada que se conserva debió realizarse en el S. XVIII. La fachada es de sillería con tres arcos de medio punto que daban acceso al vestíbulo de la Iglesia. Sobre la puerta principal se coloca la imagen de San Francisco de Asís y rematando el conjunto, una espadaña.

(18/12/2016)

441. Dedal ARANDA DE DUERO // ARANDA DE DUERO´s Thimble

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Dedal  porcelana Aranda de Duero (Burgos).

Aquí os dejo un nuevo dedal de Aranda de Duero que me traje de la visita que hemos realizado hace un tiempo a este municipio. Este dedal lo conseguí en la tienda «La Amuebladora«, la cual está situada en la Plaza del Trigo. Es el primer dedal que consigo de esta colección, y espero poder conseguir alguno más.

Aranda de Duero es una ciudad de la provincia de Burgos, en el Partido judicial de Aranda de Duero. Capital de la comarca de la Ribera del Duero, en Castilla y León, España. Se encuentra ubicada al sur de la provincia. Cuenta con una población de 32.856 habitantes (2019),​ siendo el tercer municipio no capital de provincia más poblado de Castilla y León.

La ciudad acoge las sedes centrales de las multinacionales Grupo Leche Pascual y Glaxo Wellcome (GlaxoSmithKline) y la sede del Consorcio turístico Ruta del Vino Ribera del Duero.​ Produce vinos de la D.O. Ribera del Duero y en su momento fue la primera localidad de Castilla y León en producir cava con denominación de origen.​

Históricamente es conocida por haberse celebrado en 1473 el Concilio de Aranda, con presencia de la todavía princesa Isabel I de Castilla. También por el Plano de Aranda, realizado en 1503, siendo el mapa urbano más antiguo de España y el documento cartográfico más antiguo del Archivo General de Simancas, en el cual se basaron para el desarrollo de las ciudades del Nuevo Mundo recién descubierto por la Corona de Castilla. Por Aranda además cruza la Cañada Real Segoviana, desde 2007, incluida en la lista indicativa de la Unesco, como futura candidatura a Patrimonio de la Humanidad.

En el plano turístico es especialmente conocida por su gastronomía, sus vinos de D.O. Ribera del Duero, habiendo acogido su Consejo Regulador durante los primeros años, el lechazo asado y la morcilla de Aranda. De su patrimonio arquitectónico destacan las iglesias de Santa María la Real, y de San Juan, hoy museo sacro, el Santuario de San Pedro Regalado, la Iglesia de San Nicolás de Bari, los 7 km. de Bodegas Subterráneas construidas entre los siglos XII y XVIII, que se encuentran en el subsuelo del casco antiguo de la ciudad y el Palacio de los Berdugo en el que se hospedó Napoleón en 1808.​ También son de interés la cercana ciudad romana de Clunia Sulpicia y el Monasterio de Santa María de La Vid. La Semana Santa de Aranda está declarada de «Interés Turístico Regional».​

Es el 3.er polo industrial de Castilla y León, con 4872 trabajadores dedicados al sector, en 136 empresas, y la 1.ª ciudad en porcentaje: el 32,9% de la población activa (Dic 2007).​ En la ciudad se encuentran algunas de las mayores empresas de la Comunidad Autónoma: Grupo Leche Pascual (8.ª), GlaxoSmithKline (15.ª), Grupo Gerardo de la Calle – Artepref (167.ª), así como una gran factoría del grupo Michelin entre otras. ​

En 1990 celebró el Campeonato Mundial de BMX y en 2003 el Campeonato Mundial de Mushing sobre tierra. Durante los años 60 celebró el Festival Hispano-Portugués de la Canción del Duero, reputado festival internacional. Desde 1998 celebra el Festival Sonorama Ribera, el festival de música pop rock más importante de Castilla y León y referente nacional. Anualmente la ciudad acoge el Congreso Internacional Fine Wine de la D.O. Ribera del Duero, considerado el mayor encuentro internacional sobre vino y cultura.​ Y la Milla de Aranda, la «milla» deportiva más importante de España.​ En 2014 la capital ribereña fue elegida para albergar la XIX edición de la exposición de Las Edades del Hombre. ​Y en 2020 ha sido elegida como Ciudad Europea del Vino 2020.

Historia.

Orígenes.

Los orígenes de Aranda de Duero son difíciles de establecer debido a la falta de documentación que acredite su existencia en épocas antiguas. Por su situación geográfica, ubicada en un altozano y surcada por tres ríos, es de suponer que ya en la época megalítica hubo algún tipo de población en el entorno. Esta idea está apoyada por los ocasionales hallazgos de sepulturas, círculos de piedra y mojones hallados en los campos de la ribera.

Se supone que estas tierras habrían sido ocupadas por pueblos de origen indoeuropeo, a los que pertenecía la tribu celta de los pelendones, que invadieron la península ibérica entre los siglos VIII y VII a.c.​

Posteriormente la migración de pueblos belgas a la península trajo una nueva tribu celta al entorno, la de los arévacos. Esta habría desplazado a los primeros hacia las montañas y se habría asentado en la región. El hallazgo de dos ejemplares de as, monedas con la inscripción «Aratsa-Cos» situarían una ceca en la villa, e identificarían Aranda de Duero con la ciudad arévaca de Aratza.​

Pese a la tendencia generalizada de considerar a Aranda de Duero dentro del área de influencia de los arévacos, esta también podría haber pertenecido al entorno de los vacceos, otra tribu emparentada con esta y con la que compartía fuertes lazos. Ambas tribus se opondrían juntas al poder romano.

Época romana.

En el 218 a.c desembarcan en Hispania legiones romanas bajo el mando de Cneo Escipión, comenzando así la conquista y romanización de la Península ibérica.Tras derrotar a Cartago, causa primera de la intervención romana en Hispania, Roma comienza a expandirse hacia el interior del territorio, acercándose cada vez más a territorio arévaco.​

La primera aparición romana en estas tierras puede datarse en el 135 a.c cuando Publio Cornelio Escipión, en el contexto del enfrentamiento entre Roma y Numancia, marcha desde Cauca hasta Numancia, atraviesa el Duero e incendia los campos de los vacceos, para privar a los numantinos de trigo y víveres. Dos años después Numancia finalmente sucumbe ante Escipión el Menor.​

A mediados del I a.c diversas ciudades arévacas y vacceas se sublevan contra Roma. Encabezan la rebelión Pallantia y Clunia, reducto esta de los arévacos tras la destrucción de Numancia. En el 56 a.c Metelo Nepote repite la maniobra de Escipión y pone sitio a Clunia. No obstante los vacceos acuden en auxilio de sus aliados y el romano se ve obligado a levantar el sitio. Finalmente al año siguiente, Afranio, legado de Pompeyo, derrota a ambos pueblos y ocupa Clunia. Esta comienza entonces un proceso de intensa romanización que la llevará a convertirse en uno de los siete «Conventos Jurídicos» de la Provincia Tarraconensis.

Esta ocupación de Clunia es importante para sus alrededores pues la romanización debió extenderse a las ciudades y pueblos del entorno, finalizándose complemente este proceso en torno al siglo II d.c. Roma, al igual que en todas sus provincias, construyó una serie de calzadas en Hispania (en estas tierras se tiene constancia de dos vías principales paralelas entre sí, una al norte y otra al sur del Duero) y cuyos principales trazados se recogen en el Itinerario de Antonino.​

En este se establece una ruta que indica una distancias de XXVI millas, 39 km aproximadamente, para el trayecto que comprende las mansio de RaudaClunia. Ahora bien, el problema reside en la identificación de Rauda, habiendo dos opciones que la sitúan como Aranda​ o como Roa.​ Si nos atenemos a lo indicado en el Itinerario de Antonino, Aranda parece la opción más razonable, sin embargo este documento del siglo III ha sido víctima de erratas en las posteriores copias. Por tanto, hay argumentos a favor de ambas teorías.

La Aranda romana, denominada así Rauda, sería continuación del poblado celtíbero previo y tendría categoría de «vicus» o «pagus» (aldea), sirviendo como centro donde se recogía el grano recolectado en las «villae rusticae» que poblarían el entorno. Hay que situar entonces a Hispania como centro producto de cereales para alimentar al Imperio, siendo el denominado «Granero de Roma«.​

La historia del Imperio sigue y en el año 69 d.c Galba se subleva contra Nerón y se proclama emperador, pasando Clunia, donde tenía su residencia el gobernador, a ser de facto la capital del Imperio hasta la llegada de Galba a Roma.​

En el año 284 d.c los supervivientes de una segunda invasión de franco-alamanes saquean y destruyen Clunia,​ por lo que hemos de suponer que el resto de ciudades del entorno sufrió un trato similar. No obstante la ciudad se recupera y prosigue su actividad hasta la entrada en la Península de los visigodos en el siglo V. En el año 476 d.c es depuesto Romulo Augustulo, el último emperador romano de occidente. Con el desaparece el imperio Romano y acaba la ocupación romana en Hispania.

Época visigoda.

Desde comienzos del siglo V los visigodos habían realizado acciones de diversa envergadura en la península, asentándose en esta tras su derrota a manos de los francos. Se establece el Reino Visigodo de Toledo que expande sus dominios también por la actual Castilla y León, particularmente Burgos, Palencia, Soria y Segovia.​

La región queda entonces sometida al dominio visigodo, aunque la sociedad y la economía se asientan en el romanizado pueblo hispano que sigue trabajando sus tierras. Leovigildo conseguirá la unidad territorial del reino y Recadero la religiosa. Sin embargo los dos siglos de dominio godo de la península apenas dejan rastro en la zona. Solo algunos elementos en Sacramenia, Quintanilla de Onésimo y Pampliega. Así como ciertos nombres como Villafruela, Guímara, Torregalindo, Fuentelisendo y probablemente Milagros.

En cuanto a la expansión del cristianismo por estas tierras este ya se hallaba difundido por la región para el siglo V como demuestran los sarcófagos hispano-cristianos del mismo siglo que se hayan en el Museo Provincial de Burgos. La sede episcopal se encontraba en Osma (la Uxuma romana) y no en Clunia, como consecuencia de la destrucción que había sufrido en el siglo III y que le había hecho perder su influencia en la región.​

Este dominio visigodo se mantendría hasta la invasión musulmana de la península ibérica.

Edad Media.

Siglo VIII-X Repoblación.

La invasión musulmana del Reino Visigodo comienza en el año 711 y tras la derrota visigoda en Guadalete a manos de Táriq comienza un rápido avance hacia el norte de la península. Es probablemente Muza quien en el 714 durante una expedición de castigo contra Amaya pone estas tierras bajo la esfera del Valiato de Córdoba. Se impone un dominio musulmán más militar que político y las ciudades de esta región, tras rendirse al invasor, mantienen sus viejas leyes, permaneciendo la vieja organización romano-visigoda, e incluso la nobleza local y los obispos siguen desarrollando sus funciones sin injerencias por parte de los musulmanes. Apenas hay resistencia y los musulmanes se muestran bastante tolerantes en estos primeros años de la conquista conformándose con cobrar sus tributos.

En el 716 finaliza la conquista y no es hasta el 722 cuando tras la batalla de Covadonga se inicia la Reconquista, esto sin embargo no afecta por el momento a estas tierras. Los musulmanes se conforman con establecer una serie de fortalezas frente a Asturias y Cantabria, tales como Haro o Miranda de Ebro.

El foco de resistencia cristiana en el norte pugna constantemente para conseguir expandirse más allá de las montañas. En el 741, tras cinco años de hambruna en la zona musulmana, los bereberes se alzan en armas contra sus amos árabes. Esto es aprovechado por Alfonso I para, en una serie de rápidas campañas, apoderarse de importantes ciudades como Salamanca, Segovia, Sepúlveda, Osma… Es, no obstante, un espejismo y, una vez recompuesto el poder omeya, la Asturias de Alfonso I es incapaz de sostener tal expansión y se repliega de nuevo a las montañas. En este momento es cuando Alfonso I se lleva consigo a la mayoría de la población que reside en estas tierras dejando una gran despoblación en el denominado desde entonces Desierto del Duero. Consigue de este modo el rey astur privar de valiosos súbditos e impuestos a los omeyas, aumentar su propia población, gracias a la liberación de los cristianos bajo dominio árabe del valle del Duero, y crear una gran barrera defensiva, donde los ejércitos musulmanes no pueden subsistir privados de los pueblos y ciudades que les sustenten entre su enemigo y las montañas que alzan como la principal línea de defensa cristiana en el norte. No obstante, Córdoba no se resigna a perder estos territorios y lanza constantes ataques contra los reinos cristianos, cuyos reyes consiguen sobrevivir a base de concesiones y tributos.​

A partir del siglo IX el exceso de población de los reinos cristianos lleva a estos a una progresiva expansión hacia el Duero. Ahora comienza la repoblación de la primitiva Castilla. Desde finales del siglo VIII hay una serie de castillos en la cuenca del alto Ebro que defienden a los primeros repobladores cristianos. Esta línea se expande con nuevos castillos entre el Ebro y el Arlanzón durante el siglo IX en el afán cristiano por expandirse. En el año 860 Ordoño I lanza una ofensiva contra los musulmanes hacia el sur llegando incluso hasta el Jarama. Es la segunda vez que los cristianos atraviesan la región arandina desde la ocupación musulmana. Sin embargo, y al igual que con Alfonso I, las expectativas cristianas de establecer una frontera en el Duero se desvanecen ante el contraataque omeya. Tradicionalmente se ha defendido, y así es recogido en algunas fuentes,​ la repoblación de Aranda a manos de este rey en 861, así como su posterior pérdida. Y si bien las ambiciones cristianas, ante su rápida expansión, pudieron conllevar la idea de establecer nuevas ciudades, no pasó de ser un intento. Con una línea defensiva jalonada de castillos situada 80 km al norte, todo intento de llevar la frontera al Duero fue infructuoso y estas tierras siguieron siendo un páramo despoblado entre musulmanes y cristianos.​

A finales del siglo IX Alfonso III da un nuevo impulso a la repoblación. Se asientan nuevos foramontanos entre el Ebro y el Arlanzón. En el año 884 Diego Rodríguez funda Burgos y Gonzalo Fernández la fortaleza de Lara. La expansión hacia el sur avanza lentamente y a mediados del siglo IX llega por fin a orillas del Arlanza. La actual Aranda dista aún 40 km de los dominios cristianos y sus tierras siguen despobladas, haciendo de colchón entre estos y el Emirato de Córdoba. Los cristianos comienzan a usarla como tierras de pasto y cultivo. Pero esto no es repoblación. No existe ninguna línea defensiva ni ciudad en la que guarnecerse y ante el menor envite musulmán sus habitantes se retiran a la línea del Arlanza. A finales del siglo IX se establece una nueva línea defensiva en la cuenca del Esgueva, se fundan Castillo de Donelo, Encinas de Esgueva, Tórtoles, Torresandino, Bahabón, Castillo de Mercadillo y Huerta de Rey.​ Muy pocos años después, al filo del siglo X, se crea una nueva línea a vista del Duero, son fundadas Coruña del Conde, Gumiel de Hizán, Caleruega, Valdeande y Tubilla del Lago. La ansiada frontera cristiana está a simple vista de las nuevas poblaciones y se crean torres de avanzadilla en Peñaranda y el monte de la Calabaza.

Siglo X-XIV.

Los condes castellanos alcanzan finalmente la frontera del río Duero. Es Gonzalo Fernández de Burgos quien en el 912 fortifica la nueva línea defensiva alzando las fortalezas de Haza y Roa. Es en esta primera mitad del siglo X cuando debió suceder la repoblación de Aranda. Sus tierras son fértiles y su posición geográfica privilegiada. Es no obstante una zona de difícil defensa y es por ello que se refuerza y amplia el castillo de Peñaranda «Penna de Aranda» con el fin de servir de refugio a la recién repoblada Aranda. Pese a ello la nueva frontera no trae paz ni tranquilidad a Castilla y las tierras arandinas son objeto de constante enfrentamiento entre moros y cristianos. En la primera mitad del siglo X los reyes de León Ordoño II y Ramiro II son los encargados de hacer frente a la amenaza secundados por los condes castellanos. Los enfrentamientos se suceden. Ordoño II derrota a los musulmanes en San Esteban de Gormaz en el 917, estos la saquean junto a Clunia y Osma en el 920 y son derrotados en esta última en el 933 por el famoso, conde de Castilla. Corre el año 931 cuando Fernán González «el Conde de los buenos fechos» unifica Castilla, uniendo Burgos, Lara, Lantarón, Cerezo y Álava, la vincula a su figura y a sus descendientes y obtiene una posición de primacía dentro del Reino de León. En el 939 el Rey de León obtiene una victoria en Simancas y aprovecha su posición para fortificar Peñafiel y Curiel. A su vez Fernán González atraviesa el Duero y ocupa Sacramenia y Sepúlveda, clavando así una flecha avanzada en tierra de moros y apuntando a una nueva línea defensiva en el Somosierra.

Los musulmanes contraatacan y es en esta época cuando obtenemos la primera mención expresa de Aranda ocurrida en el año 940 o 941.​

En medio de eſte tiempo vnas partidas de Moros baxaron a los Campos de Aranda. Entendido por Don Vela Conde de Álava, y Rodrigo Velazquez, juntaron la mas gente que pudieron, y ſaliendo a ellos, dexaron muertos a muchos, y los demás huyeron.

El conde Fernán González muere en el 970 y seis años después asciende al poder el más renombrado de los caudillos del Califato de Córdoba, Almanzor. Este pretende recomponer el poder árabe en la península y lanza numerosas razias contra los cristianos del norte. Aranda existía ya como población importante en la ribera y es en uno de estos ataques, en octubre del año 989, cuando está datado el primer documento antiguo que hace mención a Aranda. Procedente del archivo del Monasterio de San Juan de la Peña referente a la confederación que hicieron el Rey Bermudo II de León, Sancho Garcés II de Pamplona y el conde García Fernández de Castilla que dio por resultado la campaña del 990 contra Almanzor.​

Abolnomadar Abecin, Capitan famoſo, baxando por el Duero, hizo notables deſtrozos en tierra de Aranda,y Campos, haſta que ſe incorporò con Almançor, que ſe avia pueſto cerca de la Ciudad de Leon, en las riberas del rio Ezla.

En el 995 Almazor derrota al Conde García que muere pocos días después. Le sucede su hijo Sancho García quien debe seguir haciendo frente a las aceifas del musulmán. La batalla de Cervera acaba con una derrota del castellano, aun a costa de severas pérdidas en el bando árabe. Almanzor continua sus ataques en tierras cristianas hasta su repentina muerte en 1002 en Medinaceli, enfermo tras la batalla de Catalañazor.​

El nieto de Fernán González se muestra hábil tanto en la política como en el campo de batalla y tras obtener una señalada victoria en 1008, año en el que muere el hijo y sucesor de Almanzor Abd al-Málik al-Muzáffar, interviene en las luchas civiles de los musulmanes y recupera todas las plazas de la frontera del Duero.​ Es sucedido en 1017 por García Sánchez que es asesinado en 1029, momento que aprovecha el rey navarro Sancho III, por derechos matrimoniales, para incorporar el condado de Castilla al reino de Pamplona y nombra a su hijo con Muniadona, hermana de García Sánchez, Fernando Sánchez como nuevo conde.​

Al morir el rey de Navarra en 1035, Fernando I toma el título de Rey y desliga Castilla de Navarra convirtiéndola en reino. Pronto consigue el trono del reino de León, tras la batalla de Tamarón, adquiriendo este reino la primacía sobre los demás. Derrota a su hermano García Sánchez III de Navarra en el 1054 y devuelve a Castilla ciudades y territorios que el testamento de Sancho III había incorporado a Navarra. Finalizados los conflictos familiares de centra en la amenaza musulmana del sur, que de nuevo han atravesado tierras de Aranda hasta llegar a Lara donde son derrotados por Fernando. Este se lanza a la ofensiva contra sus vecinos del sur haciendo a muchos señores musulmanes tributarios y tomando parte de Extremadura castellana «como corre el río Duero desde Soria por Almazán, Osma, Aranda y Simancas por la una y otra ribera hasta donde se extendía entonces el Condado».

Le sucede al frente de Castilla en 1062 su primogénito Sancho II, cuyo alférez fue Rodrigo Díaz de Vivar, que unifica de nuevo todo el reino pero tras ser asesinado en Zamora su trono es ocupado por su hermano Alfonso VI. Este conquista Toledo, la antigua capital visigoda, en 1085, lo que lleva al Tajo, lejos de Aranda, la nueva frontera. Esto es relevante para Aranda pues si bien las tierras entre el Duero y el Somosierra estaban bajo la autoridad de Fernando I, al que sus señores moros pagaban tributo, solo las tierras al norte del Duero eran consideradas plenamente castellanas y seguras. Con la victoria lograda en Toledo se despeja completamente la amenaza musulmana en la zona, y al dejarla libre de elementos hostiles permite el completo desarrollo de las poblaciones situadas a ambas orillas del Duero.​

Aranda se rige en esta época por el Fuero de Extremadura y es una población realenga, es decir vasallos directos del rey al que pagan tributos. No estando bajo la autoridad de ningún otro cargo nobiliario o eclesiástico. Esto la destaca respecto del resto de pueblos del entorno y explica porque existe tan poca documentación a cerca de ella en la época, teniendo en cuenta que gran parte de la documentación existente trata de donaciones o privilegios que los reyes u nobles concedían a vasallos o monasterios y a pleitos que enfrentaban la posesión de ellos. Aranda sin embargo, al permanecer bajo la tutela real, no hace aparición en ellos. Los clérigos de Aranda dependen directamente del obispado y en este momento de la reconquista surge un choque por la jurisdicción de Aranda. El Obispado de Burgos había sido el acompañante de las repoblaciones llevadas a cabo por los reyes de estas tierras y por ello Aranda pertenece a su diócesis. Sin embargo, acorde a los antiguos límites, esta debería formar parte de la de Osma. El Rey reúne un Concilio en Husillos que confirma la pertenencia de Aranda a la diócesis de Burgos. No obstante Osma no se resigna a perder Aranda, en tanto es la más rica de las poblaciones del entorno, y recurre al papa. Medio siglo más tarde, en 1133, un nuevo concilio reunido en Burgos realiza ajustes en los territorios de las diócesis incluyendo a Aranda en la diócesis de Osma, a la que pertenecerá hasta el año 1954.​

La tranquilidad de Aranda, una vez alejada la amenaza musulmana al sur, se ve alterada cuando en los primeros años del siglo XI Alfonso I de Aragón devasta los territorios castellanos, hasta que el concilio celebrado en 1114 en Palencia pone fin a las injerencias aragonesas en Castilla. Si bien Urraca I recupera el poder en Castilla, el aragonés seguirá usando el título de rey de estas tierras hasta el ascenso de Alfonso VII al trono, en 1126, cuando consigue reinstaurar el orden en Castilla y se lanza de nuevo a la guerra contra los musulmanes.​

Las conquistas de Fernando III a los moros nos dejan la mención del primer arandino ilustre, Romero de Aranda, que en 1227, a las órdenes de Lope Díaz II de Haro, se hallaba en el alcázar de Baeza junto a otros 500 caballeros, que fueron liberados cuando el rey de Castilla tomo la plaza. Junto a el se encontraban otros ribereños como Ordoño y Alonso de Santa Cruz y Rui Sánchez de Aguilera. De esta época data el documento más antiguo del archivo municipal de Aranda. Datado en 1232, hace mención de la cesión que hace el rey, confirmando una vez más que Aranda era realenga, de unas aceñas y yubadas en favor del monasterio de Gumiel de Hizán. Las aceñas bajo cesión se localizan en la vieja fábrica de harinas de la carretera de Palencia, donde se han encontrado restos de capiteles y columnas pertenecientes a alguna pequeña capilla o claustro.

Durante el reinado de Fernando III, Aranda se convierte en una gran villa medieval, favorecida por su situación geográfica y fertilidad de las tierras. Le sucede en el trono Alfonso X el Sabio que tendrá que hacer frente a constantes intrigas por parte de los nobles.En 1269 el infante Enrique, Lope Díaz III de Haro y la casa de Lara se conjuran contra el rey en Lerma aunque Aranda se mantiene fiel al monarca. En 1282 el hijo del rey Sancho, aconsejado por Lope Díaz III de Haro, se alza contra su padre. Si bien el enfrentamiento parece finalmente decantarse en favor de Alfonso X este muere en Sevilla en 1284 despejando el ascenso al trono de su hijo Sancho IV. El de Haro tiene grandes ambiciones y , dueño de la voluntad del rey, pretende apoderarse de ciudades y territorios que aumenten sus posesiones. Entre sus objetivos se encuentra el de conseguir ser nombrado señor de Aranda donde residen con frecuencia miembros de su familia. Es por esto que los regidores de Aranda solicitan al rey una confirmación de sus privilegios como villa real. Sin embargo antes de ello los desmanes cometidos por Lope hacen que en Alfaro en 1288 el rey se enfrente a él y tras una tensa discusión Lope muere al tratar de evitar ser apresado. Los regidores de Aranda insisten y finalmente el rey expide en Toledo a jueves primero de Febrero de 1291 el que es el primer documento que acredita la condición de villa real de Aranda.​

Porque la villa de Aranda era del Rey don Alfonso, nuestro padre, que Dios perdone, de quien nos fincamos herederos, sepan cuantos son o serán que de aquí en adelante que este privilegio vieren, como nos, Don Sancho, por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León… Tomamos la villa de Aranda para nos e para nuestro servicio e facémosla Real, e juramos e prometemos verdad a Dios e a la Virgen Santa, su madre, e a vos el Concejo ea los omes buenos de Aranda e de sus aldeas, que vos nunca demos ni vos empeñaremos ni daremos en cambio a infante ni a rico-ome ni a rica-fembra ni a orden ni a otro ome ninguno mas que siempre seades e finquedes nuestros e después de nuestro tiempo que seades de aquel que heredare Castilla e León e cualquier o cualesquier que contra esto vos pasaren que sean malditos de Dios e descomulgados e sean con Judas Iscariote alanzados en los infiernos por siempre jamás amen. E otorgamos vos de guardar e mantener en todos los fueros e franquezas e libertades que han las otras nuestras cibdades e villas de la extremadura e fuera de la Merindad de Santo Domingo de Silos. E porque esto sea firme e estable mandamos sellar este privilegio con nuestro dello de plomo, fecho en Toledo jueves primero de Febrero era de mil e trescientos e veintinueve años.
Archivo Municipal de Aranda: Becerro antiguo, fol.1 núm. 1.

Del contexto se deduce que Aranda había tenido siempre por señor al rey y que se regía por el fuero de Extremadura.

Edad Moderna.

Durante la Guerra de las Comunidades de Castilla, Aranda de Duero se unió a la rebelión. El 11 de Septiembre de 1520 la villa destituyó violentamente al corregidor y a los alcaldes de sus puestos, nombrando otros alcaldes ordinarios que pasaron a ejercer su oficio en nombre de la Comunidad.​ Éstos, además, compartieron su poder con los diputados nombrados por la población y otros cuatro regidores designados en sus cargos por el periodo de un año. Los ocho escribanos vitalicios fueron también reemplazados por doce individuos diferentes. En realidad, el concejo arandino pareció no mostrar entusiasmo ante el movimiento, sino mantener una postura sumamente ambigua ante el rey, minimizando lo ocurrido hasta entonces. No obstante, en Marzo-Abril de 1521 se negó a proporcionar los 200 soldados solicitados y su paga solicitada por el Condestable, pero al mismo tiempo sí puso a disposición de los comuneros 300 hombres de armas. Tras la batalla de Villalar, este apoyo a los rebeldes le valió los reproches de Burgos, que pidió a los virreyes a comienzos de Mayo de 1521 que la ciudad recibiese castigo por su actitud pasada. Entre las penas a las que fueron condenados los comuneros arandinos están la de destierro y la de confiscación de bienes. Otros acusados, no obstante, pudieron reincorporarse pronto a la vida política local (como Alonso Duzanos o Juan de Alameda).

En el siglo XVIII, durante la monarquía de los Borbones, Aranda de Duero se consolida como villa de realengo. En este siglo y en el siguiente, con la incipiente tradición agrícola y vinícola y con la construcción del ferrocarril, la zona reactiva su economía y adquiere un importante renombre a nivel nacional.

Edad Contemporánea.

A pesar de que en las elecciones de Febrero de 1936 las derechas habían obtenido 8782 votos frente a los 2965 del Frente Popular el gobernador civil cesa al Ayuntamiento, de elección popular, sustituyéndolo por una gestora afín, que de inmediato se ganó la enemistad de los sectores más conservadores.

(09/06/2018)

438. Dedal LEÓN // LEÓN´s Thimble

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Dedal porcelana «Paseando por León» (Castilla y León).

Dedal de la colección «Paseando por…», en este caso, de la ciudad de León. Este dedal me lo traje de una visita que hemos realizado a esta ciudad ya hace un tiempo.

León (en leonés, Llión) es un municipio​ y ciudad española ubicada en el noroeste de la península ibérica, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla y León. León contaba en enero de 2019 con 124.303 habitantes​ repartidos en una superficie de 39,03 km², y un área metropolitana de 203.191 habitantes según el mapa de áreas funcionales de la Junta de Castilla y León (otros proyectos dan cifras diferentes​), distribuidos en quince municipios, siendo así la segunda más poblada de la comunidad.​

Nacida como campamento militar romano de la Legio VI Victrix hacia el 29 a. C., su carácter de ciudad campamental se consolidó con el asentamiento definitivo de la Legio VII Gemina a partir del año 74. Tras su parcial despoblación con motivo de la conquista musulmana de la península, León recibió un nuevo impulso como parte del Reino de Asturias. En 910 comenzó una de sus etapas históricas más destacadas al convertirse en cabeza del Reino de León, participando activamente en la Reconquista contra los musulmanes, llegando a ser uno de los reinos fundamentales en la configuración del Reino de España. La ciudad albergó las primeras Cortes de la historia de Europa en 1188, bajo el reinado de Alfonso IX, gracias a lo cual en 2011 fue proclamada por la Junta de Castilla y León como Cuna del Parlamentarismo.​ Desde la Baja Edad Media la ciudad dejó de tener la importancia de antaño, en parte debido a la pérdida de su independencia tras la unión del reino leonés a la Corona castellana, definitiva desde 1301.

Sumida en un período de estancamiento durante la Edad Moderna, en la guerra de la Independencia fue una de las primeras ciudades en sublevarse de toda España, y años después del fin de la misma, en 1833, adquiriría su rango de capital provincial. La llegada del siglo XX trajo consigo el Plan de Ensanche, que acrecentó la expansión urbanística que venía experimentando desde finales del siglo XIX, cuando la ciudad se convirtió en un importante nudo de comunicaciones del noroeste con motivo del auge de la minería del carbón y de la llegada del ferrocarril.

Su patrimonio histórico y monumental, así como diversas celebraciones que tienen lugar a lo largo del año, entre las que destaca la Semana Santa, y su situación como paso obligado del Camino de Santiago, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la convierten en una ciudad receptora de turismo nacional e internacional. Entre sus monumentos más representativos se encuentran la Catedral de Santa María de Regla, el mejor ejemplo del gótico clásico de estilo francés en España, la Basílica de San Isidoro, una de las iglesias románicas más importantes de España, tumba de los reyes de León medievales y considerada como La Capilla Sixtina del Arte Románico, el Monasterio de San Marcos, primer ejemplo de la arquitectura plateresca y renacentista española, el palacio de Los Guzmanes, el palacio de los Condes de Luna, la iglesia del Mercado o del Camino la Antigua, la iglesia de Palat del Rey, la Casa de las Carnicerías y la Casa Botines, de estilo modernista y realizada por el genial arquitecto catalán Antoni Gaudí; todos ellos declarados Bien de Interés Cultural.​ Ejemplo destacado de arquitectura moderna, y uno de los museos de la ciudad, es el MUSAC, de Mansilla + Tuñón Arquitectos.​

León dispone de una red desarrollada de carreteras y ferrocarril, además de contar con un aeropuerto.​

La ciudad está inmersa en el desarrollo de distintos proyectos como la reconversión del Feve en tranvía o el palacio de congresos, entre otros. El proyecto del tranvía suscitó varias críticas por parte del Partido Popular, entonces en la oposición municipal, que alegaba que su desarrollo en una ciudad como León era un proyecto faraónico y de dudosa viabilidad​ y anunciaron que bajo su gobierno no desarrollarían tal proyecto.​

La Universidad de León, fundada en 1979 como escisión de la Universidad de Oviedo, contaba en el curso 2006-07 con 13.217 alumnos; tiene su sede en la ciudad y está catalogada, a partir de criterios como la demanda universitaria, los recursos humanos o los planes de estudio,​ como la 2.ª universidad de Castilla y León, tras la Universidad de Salamanca, y la 30.ª de España.​ Desde el 4 de Mayo de 2010, la ciudad alberga la segunda sede de la Universidad de Washington en Europa, tras su sede de Roma, con capacidad para 500 alumnos interesados en el aprendizaje del español.​ Desde 2011 la ciudad cuenta también con una sede del Instituto Confucio.

En este dedal, se puede ver una panorámica de varios edificios importantes en la ciudad de León. Entre ellos podemos ver la Catedral de León y el Hostal San Marcos.

Arquitectura.

Iglesias.

Catedral de León.

Templo gótico dedicado a Santa María, fue comenzada a construir en el reinado de Alfonso X el Sabio a mediados del siglo XIII sobre la antigua catedral románica, que a su vez ocupaba los terrenos del Palacio Real que cediera Ordoño II para ello y que, a su vez, se asentaba sobre las termas romanas. De planta similar a la catedral francesa de Reims, tiene reducida su planta en 1/3 con respecto a esta. Una característica peculiar es que las torres aparecen separadas de la nave central mediante arbotantes. Su planta es de tres naves, con bóveda de crucería. Trabajaron en ella distintos arquitectos como el Maestro Simón, el Maestro Enrique y Juan Pérez (estos dos empleados por entonces también en la Catedral de Burgos) y el Maestro Jusquín. El cuerpo principal del edificio fue terminado a principios del siglo XIV junto al claustro y la torre norte, mientras que la torre sur fue terminada en el siglo XV, en estilo gótico flamígero. En los siglos XVII y XVIII sufrió modificaciones estéticas por parte de Juan de Náveda y Joaquín de Churriguera, elementos que provocaron daños al edificio y fueron retirados en el siglo XIX por Matías Laviña, Juan Madrazo, Demetrio de los Ríos, Juan Bautista Lázaro y Juan Crisóstomo Torbado, muchos de los cuales llevaron a cabo la intensa restauración decimonónica que salvó el templo de la ruina, además de devolverle su esencia gótica original. Lo más impresionante es su interior, destacando los más de 1800 metros cuadrados de vidrieras de los siglos XIII al XVI, incluyendo tres grandes rosetones y vidrieras en la parte baja y el triforio, algunas de ellas añadidas en las restauraciones del siglo XIX.

Basílica de San Isidoro.

Constituye uno de los ejemplos de arte románico más importantes de España y, sin duda, uno de los conjuntos más completos en este estilo, por cuanto que en él confluyen arquitectura, escultura y pintura, albergando en esta última técnica el Panteón Real, llamado por los expertos Capilla Sixtina del Arte Románico.​ Impulsada su construcción por los reyes Fernando I y su esposa Doña Sancha en el siglo XI, originariamente fue un monasterio dedicado a San Juan Bautista, y se supone que anteriormente se asentaba en sus cimientos un templo romano. Con la muerte de San Isidoro, obispo de Sevilla, y con el traslado de sus restos a León, se cambió la titularidad del edificio. Albergó las primeras Cortes de la historia, las Cortes de León, celebradas en 1188.

Convento de San Marcos.

Impulsada su construcción por los Reyes Católicos como sede de la Orden de Caballería de Santiago, puesto que de hecho fue erigido a orillas del río Bernesga y literalmente junto al puente medieval de San Marcos, por el que los peregrinos continuaban el Camino de Santiago, es hoy uno de los monumentos más importantes de León. De estilo plateresco, en su construcción participaron Juan de Orozco, que firmó los planos de la iglesia, Martín de Villarreal, autor de la fachada, y Juan de Badajoz el Mozo, a quien se debe el claustro y la sacristía. En el siglo XVIII se construyó el ala izquierda del edificio, respetando su arquitectura plateresca. Su historia ha estado llena de avatares y su uso original no duró mucho: tras ello ha sido cárcel (en ella encerró el Conde-Duque de Olivares a Francisco de Quevedo), cuartel, sede de los estudios veterinarios, origen de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León y del Instituto General y Técnico (uno de los tres primeros Institutos de Enseñanza Media creados en España por ley de 1845), fundado en 1846 (hoy IES Padre Isla), e incluso fue campo de concentración durante la Guerra Civil. Actualmente es un parador de cinco estrellas.

Otras iglesias.

En el casco histórico tenemos que destacar las iglesias del Palat del Rey, Nuestra Señora del Mercado y la iglesia de San Marcelo. La Iglesia de San Salvador de Palat del Rey trata del templo más antiguo de la ciudad de León, fue fundada en el siglo X por Ramiro II de León y, como su nombre indica, se trata del templo del «Palat» (el Palacio) del rey. De su pasado como oratorio regio de la monarquía leonesa da buena cuenta la propia elección de la dedicación, San Salvador, recordando al templo mayor ovetense, o su uso como panteón de la monarquía, antes de la construcción del que sería el gran mausoleo isidoriano. Del templo original, prerrománico, pueden apreciarse hoy pocos restos, aunque ha sido recientemente restaurada y musealizada. La Iglesia de Nuestra Señora del Mercado es una iglesia con planta basilical en forma de sepulcro, siendo más estrecha a los pies. Presenta una portada románica de arco ciego, dos ábsides también románicos decorados con bóveda de horno, capiteles y líneas de imposta con taqueado jaqués. Los pies del edificio se cierran con bóveda de crucería. La torre es obra de Felipe de Cajiga (1598), habiendo sido rematada por Fernando de Compostiza. De lo que fuera la iglesia dedicada al centurión romano Marcelo no queda más que una portada gótica. El templo actual es de estilo herreriano, terminado a principios del siglo XVII. Del exterior destaca la torre cuadrada de la iglesia, cubierta de característicos ladrillos, que se asoma a la plaza de Santo Domingo.

Otros conjuntos eclesiásticos de relevancia podrían ser la iglesia de San Francisco, la iglesia de San Juan y San Pedro y Renueva y el Convento de las Concepcionistas. La iglesia de San Francisco, cuya actual construcción se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII, construida con formas clásicas y dedicada a San Francisco. Está asociada al convento de los Capuchinos y se sitúa frente al parque al que da nombre. El Convento de las Concepcionistas, fundado en 1512 por Leonor de Quiñones, presenta una portada románica del antiguo edificio y corredores con pinturas mudéjares. Su iglesia es de una sola nave, con cabecero del siglo XVI, obra de Juan del Ribero. Se conservan en su interior mobiliario artístico, retablos barrocos, pintura y orfebrería. Mención aparte merece la capilla del cristo de la victoria, de estilo neorrománico, fue realizada a finales del siglo XIX por Demetrio de los Ríos, uno de los restauradores principales de la Catedral de León. La portada imita la puerta del Perdón de la Basílica de San Isidoro de León. En su interior se conserva una escultura gótica del crucificado.

Palacios.

Palacio de los Guzmanes.

Mandado construir por Juan Quiñones y Guzmán, obispo de Calahorra, se comenzó la obra en 1560 bajo la dirección de Rodrigo Gil de Hontañón. El edificio fue adquirido por la Diputación Provincial de León en 1882, teniendo ampliaciones en los años 1973 a 1976 por parte del arquitecto Felipe Moreno. De forma trapezoidal, los dos primeros cuerpos tienen vanos protegidos por rejería, siendo los balcones del superior adintelados, y el tercer cuerpo presenta una galería o paseador con arquillos entre pilastras corintias y gárgolas de grandes dimensiones. Tiene dos puertas del siglo XVI, una de ellas con una estructura de dos columnas jónicas, flanqueadas por dos soldados con los escudos de armas de la familia.

Palacio del Conde Luna.

Antigua residencia de la familia Quiñones, condes de Luna, fue realizado en el siglo siglo XIV, época de la que se conserva el cuerpo central de la fachada. Está construido de piedra sillería y tiene cerca de once metros de ancho. La portada es gótica con dintel sobre modillones, un gran arco apuntado cobija el tímpano, y se encuadra en ancho molduraje. Se conserva también uno de los grandes torreones, de finales del siglo XVI, cuando se reformó el palacio al estilo renacentista. El edificio ha tenido diversos usos a través de la historia, además de su función original de residencia de los condes de Luna, como el ser sede del Tribunal de la Inquisición de la ciudad y vivienda particular, entre otros. Cedido al Ayuntamiento por la Fundación Octavio Álvarez Carballo, alberga la sede española de la Universidad de Washington así como la sede de la Fundación León Real.

Otros palacios.

Además de los dos palacios que representan a las dos casas principales de la ciudad, el caserío del casco antiguo tiene a su vez otra serie de edificaciones palaciegas, entre las que podríamos destacar el palacio episcopal, donde reside el obispo, el palacio de los marqueses de Prado, el del marqués de Torreblanca, de Don Gutierre y la Casa de las Carnicerías. Por último, en el patio del colegio de las Teresianas se encuentran los restos del único palacio del siglo XII que se conserva.

El palacio episcopal es un edificio cuya construcción comenzó en el siglo XVIII pero no se vio totalmente terminado hasta 1936. Durante años fue la residencia oficial del obispo de León. Posee una estructura cuadrada con un patio en el centro. El palacio de los marqueses de Prado, de estilo barroco del siglo XVII, albergaba la residencia de los marqueses de Prado, señores de Valdetuéjar. Actualmente es el Hospital de Regla. Presenta una fachada barroca en la que se repiten los blasones de los Prado. Por su parte, el palacio del marqués de Torreblanca. Construido en el siglo XVII, consta de grandes dimensiones, planta cuadrada y patio interior, y su fachada está recubierta de ladrillo ornamental. Actualmente es la sede del Recreo Industrial. El palacio de Don Gutierre, cuyo edificio actual data del siglo XVII aún conserva el blasón de esta familia, descendientes del emperador Alfonso VII y de Guzmán el Bueno.

El palacio medieval del colegio de las teresianas es el único edificio civil del siglo XII de la ciudad. De planta cuadrada en ruinas, en una cara conserva puerta y ventanas románicas y una escalera interior de caracol. Se desconoce el servicio que se le dio en la Edad Media. Por último, cabe mencionar la casa de las carnicerías, situada en pleno corazón del Barrio Húmedo, se inició en estilo renacentista a finales del siglo XVI. La fachada, de corte clásico, consta de dos pisos. Actualmente es la sede de la capital gastronómica.

Otros monumentos.

Murallas.

La muralla romana de León tiene su origen en una primera fortificación militar de época augustea, en torno al siglo I a. C., y consistía en dos muros paralelos de madera rematados por un parapeto que estaban unidos por un entarimado. Pronto fueron sustituidos por una construida en piedra por la Legio VII en torno al siglo I, cuyos restos aún son visibles en la zona de San Isidoro. En torno a los siglos III y IV se construyó la que puede contemplarse hoy en día. Declarada Monumento Histórico Artístico en Junio de 1931, aún quedan en pie muestras que encerraban el recinto de la ciudad en un cuadrilátero que fue rodeado de construcciones y más tarde deformado en las restauraciones de Alfonso V y Alfonso IX, con apertura de nuevas entradas a la ciudad. Está regularmente conservada desde la torre llamada de los Ponces (de origen también romano) hasta Puerta Castillo, y desde aquí hasta la torre de San Isidoro, en total casi la mitad del recinto, aunque con desigual estado de conservación. Se está procediendo actualmente a su restauración.

En cuanto a las cercas medievales, su origen data del siglo X, y fueron construidas para proteger la expansión de la ciudad extramuros de la muralla romana, que en la época romana se denominaba cannaba y que daría lugar al actual Barrio Húmedo. Las actuales murallas datan del siglo XIV y se conservan dos trazados importantes. En medio de su trazado se conserva parcialmente Puerta Moneda, antigua entrada al barrio judío de la ciudad.

En la muralla, podemos destacar la entrada de Puerta Castillo, que desde tiempos romanos era una de las puertas de entrada a la ciudad. Se situaba junto a una fortaleza que se conservó en la Edad Media. Actualmente, la fortaleza o castillo -sede del AHP de León– aún es visible, mientras que el arco de entrada fue reconstruido en el siglo XVIII. Está presidido por una estatua dedicada a Don Pelayo y es la única puerta de entrada a la ciudad que se conserva.

Plaza Mayor.

La plaza mayor de León, ubicada en el corazón del casco antiguo, fue finalizada en 1677 según planos de Francisco del Piñal siguiendo el ejemplo de otras plazas mayores españolas, en particular la de Madrid. El edificio del Consistorio que preside la plaza es de estilo barroco y fue diseñado por el propio Francisco del Piñal como balcón para que la corporación municipal presidiera los eventos de la plaza. La plaza era el gran centro comercial de la ciudad durante la Edad Media y hasta el siglo XIX, dedicándose al mercado dos veces por semana y con la existencia de todo tipo de comercios en sus soportales, con supremacía de productos alimenticios, pero también boticas, ferreterías, platerías, artesanía, etc. Hoy en día el mercado en la plaza sigue existiendo, celebrándose cada miércoles y sábado.

Ha servido para las corridas de toros, se han realizado en ella ejecuciones públicas y celebraciones de la Corte Isabelina, también fue en esta plaza donde los leoneses se reunieron para dar el grito de guerra contra la ocupación francesa de 1810. Hoy en día es una zona muy frecuentada durante las fiestas patronales de San Juan y San Froilán, también durante carnavales y Semana Santa, ya que la mayor parte de procesiones pasan por esta popular plaza leonesa.

En el entorno de la plaza mayor se encuentra el barrio húmedo, que es como se conoce al distrito que abarca los alrededores de esta plaza y la de San Martín. Esta plaza fue el lugar en torno al cual se concentraban los artesanos, mercaderes y peregrinos de la ciudad de León y que hoy, desaparecidas esas actividades o desplazadas a otros lugares de la ciudad, han sido sustituidas por actividades hoteleras y de esparcimiento. En el flanco sur del barrio encontramos la plaza del Grano. El barrio, desde la calle La Rúa hasta la calle Caño Badillo, se encuentra jalonado de bares, cafés y mesones que convierten la zona en la mayor ruta del «tapeo» y en escaparate de las especialidades gastronómicas de la ciudad y de la provincia. Esta circunstancia, unida a la estrechez de sus calles y sus plazas, forman el espacio más típico de la ciudad, caracterizado por su trazado medieval con irregularidades urbanísticas y que es destino obligado para los turistas que visitan la ciudad. El 22 de Mayo de 1995 se terminó su peatonalización.

Casa Botines.

Obra de Antonio Gaudí, de estilo neogótico. Es de planta trapezoidal, flanqueada por cuatro torres rematadas en pináculos. Las ventanas tienen su inspiración en las ventanas del triforio de la catedral leonesa. En la portada hay una talla de San Jorge matando al dragón. El edificio fue concebido para el negocio de tejido en su planta baja y semisótano, destinándose las cuatro plantas restantes a viviendas de renta.

La construcción del edificio se debió a la iniciativa de unos comerciantes de tejidos de León, Simón Fernández Fernández y Mariano Andrés Luna,​ que estaban relacionados con industriales textiles catalanes, uno de los cuales, Eusebi Güell, recomendó a Gaudí como arquitecto para diseñar la nueva sede del negocio en la capital leonesa, ya que por entonces estaba construyendo cerca de León el Palacio Episcopal de Astorga. Gaudí delegó la dirección de las obras en el constructor Claudi Alsina i Bonafont, uno de sus ayudantes en varias obras en Barcelona, y contó con la colaboración de varios albañiles y artesanos catalanes.

Otros monumentos.

Otros ejemplos de arquitectura destacada los encontramos en el antiguo consistorio, ubicado en la Plaza de San Marcelo, el cual fue construido a finales del siglo XVI por Juan de Rivero para ser la sede del gobierno municipal, es de estilo renacentista y consta de tres alas y una escalera interior. Actualmente solo conserva algunas de las concejalías del ayuntamiento. Subiendo la calle ancha y ya junto a la catedral tenemos el antiguo edificio de correos, edificado en la primera década del siglo XX por el arquitecto leonés Manuel de Cárdenas, su estilo arquitéctónico trata de no romper la armonía gótica catedralicia. Se observan también influencias de Gaudí en un edificio de gusto neogótico.

Destacable es también el Castrum Iudeorum. Los primeros testimonios de presencia judía en la ciudad de León se remontan al siglo X; entonces se documenta la existencia de una próspera comunidad hebraica asentada en el cerro de la Mota, cercana a la actual pedanía de Puente Castro, sobre el curso del río Torío y a la vera del Camino de Santiago, circunstancia esta que favoreció su tradicional dedicación a actividades vinculadas al comercio y la banca. Sin embargo, tras el ataque que la aljama sufrió en el siglo XII a manos del rey de Castilla, sus moradores fueron obligados a abandonarla y asentarse en la ciudad de León, donde crearon una nueva aljama. En la actualidad, se están llevando a cabo una serie de investigaciones y estudios arqueológicos en torno a este yacimiento, dirigidas desde los departamentos de Historia y Patrimonio de la Universidad de León por Jorge Sánchez-Lafuente Pérez y José Luis Avello Álvarez.

(12/04/2017)

426. Dedal ARANDA DE DUERO // ARANDA DE DUERO´s Thimble

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Dedal porcelana Escudo Aranda de Duero (Burgos).

El dedal que os quiero enseñar hoy, es un dedal de porcelana, en el que podemos ver el escudo del municipio castellano leonés de Aranda de Duero, el cual podemos encontrar en la provincia de Burgos. Este dedal me lo traje de una visita que hemos realizado a este municipio ya hace un tiempo, y lo conseguí en la tienda de muebles «La Amuebladora», situada en la Plaza del Trigo.

Aranda de Duero es una ciudad de la provincia de Burgos, en el Partido judicial de Aranda de Duero. Capital de la comarca de la Ribera del Duero, en Castilla y León, España. Se encuentra ubicada al sur de la provincia. Cuenta con una población de 32.523 habitantes (2018),​ siendo el tercer municipio no capital de provincia más poblado de Castilla y León.

La ciudad acoge las sedes centrales de las multinacionales Grupo Leche Pascual y Glaxo Wellcome (GlaxoSmithKline) y la sede del Consorcio turístico Ruta del Vino Ribera del Duero.​ Produce vinos de la D.O. Ribera del Duero y en su momento fue la primera localidad de Castilla y León en producir cava con denominación de origen.​

Históricamente es conocida por haberse celebrado en 1473 el Concilio de Aranda, con presencia de la todavía princesa Isabel I de Castilla. También por el Plano de Aranda, realizado en 1503, siendo el mapa urbano más antiguo de España y el documento cartográfico más antiguo del Archivo General de Simancas, en el cual se basaron para el desarrollo de las ciudades del Nuevo Mundo recién descubierto por la Corona de Castilla. Por Aranda además cruza la Cañada Real Segoviana, desde 2007, incluida en la lista indicativa de la Unesco, como futura candidatura a Patrimonio de la Humanidad.

En el plano turístico es especialmente conocida por su gastronomía, sus vinos de D.O. Ribera del Duero, habiendo acogido su Consejo Regulador durante los primeros años, el lechazo asado y la morcilla de Aranda. De su patrimonio arquitectónico destacan las iglesias de Santa María la Real, y de San Juan, hoy museo sacro, el Santuario de San Pedro Regalado, la Iglesia de San Nicolás de Bari, los 7 km. de Bodegas Subterráneas construidas entre los siglos XII y XVIII, que se encuentran en el subsuelo del casco antiguo de la ciudad y el Palacio de los Berdugo en el que se hospedó Napoleón en 1808.​ También son de interés la cercana ciudad romana de Clunia Sulpicia y el Monasterio de Santa María de La Vid. La Semana Santa de Aranda está declarada de «Interés Turístico Regional».​

Es el 3.er polo industrial de Castilla y León, con 4872 trabajadores dedicados al sector, en 136 empresas, y la 1.ª ciudad en porcentaje: el 32,9% de la población activa (Dic. 2007).​ En la ciudad se encuentran algunas de las mayores empresas de la Comunidad Autónoma: Grupo Leche Pascual (8.ª), GlaxoSmithKline (15.ª), Grupo Gerardo de la Calle – Artepref (167.ª), así como una gran factoría del grupo Michelin entre otras.​

En 1990 celebró el Campeonato Mundial de BMX y en 2003 el Campeonato Mundial de Mushing sobre tierra. Durante los años 60 celebró el Festival Hispano-Portugués de la Canción del Duero, reputado festival internacional. Desde 1998 celebra el Festival Sonorama Ribera, el festival de música pop rock más importante de Castilla y León y referente nacional. Anualmente la ciudad acoge el Congreso Internacional Fine Wine de la D.O. Ribera del Duero, considerado el mayor encuentro internacional sobre vino y cultura.​ Y la Milla de Aranda, la «milla» deportiva más importante de España.​ En 2014 la capital ribereña fue elegida para albergar la XIX edición de la exposición de Las Edades del Hombre. ​Y en 2020 ha sido elegida como Ciudad Europea del Vino 2020.​

La descripción del escudo de este municipio o blasonamiento es el siguiente:

En campo de azur, un puente de oro, de tres ojos, sobre el puente, una torre (donjonada) de oro, mazonada de sable y aclarada de gules, acompañada de dos leones de oro, en punta, ondas de azur. Todo el escudo va sobre una cartela de oro, con hojas de sinople. Al timbre, corona real abierta.

(09/06/2018)

419. Dedal ARANDA DE DUERO // ARANDA DE DUERO´s Thimble

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Dedal de Cerámica Panorámica de Aranda de Duero (Burgos). 

Hoy os traigo otro dedal, un dedal de cerámica que me traje de nuestra visita al municipio de Aranda de Duero, en la provincia de Burgos. Este es el único municipio de esta provincia que he visitado por el momento y quería festejarlo trayéndome unos cuantos dedales para añadirlos a la colección. Este dedal lo conseguí en la tienda llamada «La Amuebladora», situada en la Plaza del Trigo del municipio.

Aranda de Duero es una ciudad de la provincia de Burgos, en el Partido judicial de Aranda de Duero. Capital de la comarca de la Ribera del Duero, en Castilla y León, España. Se encuentra ubicada al sur de la provincia. Cuenta con una población de 32.523 habitantes (2018),​ siendo el tercer municipio no capital de provincia más poblado de Castilla y León.

La ciudad acoge las sedes centrales de las multinacionales Grupo Leche Pascual y Glaxo Wellcome (GlaxoSmithKline) y la sede del Consorcio turístico Ruta del Vino Ribera del Duero.​ Produce vinos de la D.O. Ribera del Duero y en su momento fue la primera localidad de Castilla y León en producir cava con denominación de origen.​

Históricamente es conocida por haberse celebrado en 1473 el Concilio de Aranda, con presencia de la todavía princesa Isabel I de Castilla. También por el Plano de Aranda, realizado en 1503, siendo el mapa urbano más antiguo de España y el documento cartográfico más antiguo del Archivo General de Simancas, en el cual se basaron para el desarrollo de las ciudades del Nuevo Mundo recién descubierto por la Corona de Castilla. Por Aranda además cruza la Cañada Real Segoviana, desde 2007, incluida en la lista indicativa de la Unesco, como futura candidatura a Patrimonio de la Humanidad.

En el plano turístico es especialmente conocida por su gastronomía, sus vinos de D.O. Ribera del Duero, habiendo acogido su Consejo Regulador durante los primeros años, el lechazo asado y la morcilla de Aranda. De su patrimonio arquitectónico destacan las iglesias de Santa María la Real, y de San Juan, hoy museo sacro, el Santuario de San Pedro Regalado, la Iglesia de San Nicolás de Bari, los 7 km de Bodegas Subterráneas construidas entre los siglos XII y XVIII, que se encuentran en el subsuelo del casco antiguo de la ciudad y el Palacio de los Berdugo en el que se hospedó Napoleón en 1808.​ También son de interés la cercana ciudad romana de Clunia Sulpicia y el Monasterio de Santa María de La Vid. La Semana Santa de Aranda está declarada de «Interés Turístico Regional».

Es el 3.er polo industrial de Castilla y León, con 4872 trabajadores dedicados al sector, en 136 empresas, y la 1.ª ciudad en porcentaje: el 32,9% de la población activa (Dic 2007).​ En la ciudad se encuentran algunas de las mayores empresas de la Comunidad Autónoma: Grupo Leche Pascual (8.ª), GlaxoSmithKline (15.ª), Grupo Gerardo de la Calle – Artepref (167.ª), así como una gran factoría del grupo Michelin entre otras.

En 1990 celebró el Campeonato Mundial de BMX y en 2003 el Campeonato Mundial de Mushing sobre tierra. Durante los años 60 celebró el Festival Hispano-Portugués de la Canción del Duero, reputado festival internacional. Desde 1998 celebra el Festival Sonorama Ribera, el festival de música pop rock más importante de Castilla y León y referente nacional. Anualmente la ciudad acoge el Congreso Internacional Fine Wine de la D.O. Ribera del Duero, considerado el mayor encuentro internacional sobre vino y cultura.​ Y la Milla de Aranda, la «milla» deportiva más importante de España.​ En 2014 la capital ribereña fue elegida para albergar la XIX edición de la exposición de Las Edades del Hombre. ​Y en 2020 ha sido elegida como Ciudad Europea del Vino 2020.

Aquí os dejo alguna información sobre los edificios que se pueden ver en la panorámica que está representada en el dedal.

Iglesia de San Juan.

La iglesia de San Juan​ de Aranda de Duero (Burgos) es un templo católico construido entre el siglo XIV y el siglo XV. Fue declarada monumento nacional en 1982.​ En la actualidad no tiene culto y es un Museo de arte sacro de Aranda de Duero y la comarca Ribera del Duero.

Está situada en un pequeño promontorio, frente al puente románico que atraviesa al río Bañuelos.

En este edificio se celebró el Concilio de Aranda en 1473, bajo el reinado de Enrique IV, siendo convocado por el arzobispo de Toledo Alonso Carrillo de Acuña para combatir la ignorancia y la vida disipada de algunos clérigos.

Destacan en la iglesia:

  • La portada gótica de nueve arquivoltas, con la imagen de San Juan en el tímpano.
  • La capilla de las Calderonas, con un retablo renacentista.
  • El retablo neoclásico del altar mayor, sufragado en parte por el mariscal de campo Antonio Gutiérrez de Otero (militar natural de la localidad, cuyo busto en bronce está emplazado frente a la torre de la iglesia).

En 2014 albergó la XIX edición de la serie de exposiciones de Las Edades del Hombre junto con la Iglesia de Santa María la Real, situada también en el centro de la ciudad. Las exposiciones coincidieron con el V centenario de la finalización de la fachada de estilo gótico isabelino de la Iglesia de Santa María la Real, terminada según los expertos entre 1514 y 1516.

Espacios temáticos del Museo Sacro Iglesia de San Juan:

  • Introducción sobre historia, tradición y patrimonio.
  • Luz de las gentes: la Iglesia.
  • Protagonistas y testigos de la luz.
  • Anticipo de la oscuridad y de gloria.
  • Yo soy la luz del mundo.
  • Vosotros sois mis amigos.
  • A las puertas del Reino.

Río Duero.

El Duero (en portugués, Douro) es el río más importante del noroeste de la península ibérica. Nace en la falda sur del pico Urbión, a unos 2160 m sobre el nivel del mar, y desemboca en el océano Atlántico en el estuario de Oporto. Tiene 897 km de largo con 572 de recorrido en territorio español, 213 navegables por tierras portuguesas (canal de navegación del Duero) y 112 km de carácter internacional, al estar situada sobre él la frontera entre ambos países. Este último tramo es de singular belleza natural, en el que el cauce se estrecha y profundiza, formando los denominados arribes, cuyas márgenes han sido protegidas con la creación de los parques naturales del Duero Internacional en Portugal y de Arribes del Duero en España.​

Posee la mayor cuenca hidrográfica de la península ibérica, al ocupar 98.073 km², de los que 78.859 km² corresponden al territorio español y 19.214 km² al portugués. La parte española incluye territorios de las comunidades autónomas de Castilla y León, Galicia, Cantabria, La Rioja, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid, aunque algo más del 98% de la superficie corresponde a Castilla y León, comunidad en la que destaca por los cultivos de cereal, así como por la producción de vinos de gran calidad, destacando, sobre todo por su fama, los de la denominación de origen Ribera del Duero.

Administrativamente, discurre por las provincias españolas de Soria, Burgos, Valladolid, Zamora y Salamanca, y los distritos portugueses de Braganza, Guarda, Vila Real, Viseu, Oporto y Aveiro.​ El 14 de Diciembre de 2001, la región vitícola del Alto Duero, que cubre gran parte de su recorrido por Portugal y donde se cultivan las cepas del vino de Oporto, fue catalogada patrimonio de la humanidad por la Unesco, en la categoría de paisaje cultural.​

Es el río de mayor caudal absoluto de la península ibérica. Tiene una tupida red de afluentes que recogen aguas de la cordillera Cantábrica, el sistema Ibérico y el sistema Central, todos ellos responsables de su elevado caudal. De todos ellos, los más importantes son el Pisuerga y el Esla, por el norte, y el Adaja y el Tormes, por el sur. Además, y con sus 897 km, es el tercer río más largo de la península, tras el Tajo y el Ebro.

Historia geológica.

Su origen geomorfológico está en una cuenca endorreica que acumuló sedimentos en un sistema lacustre central durante buena parte de la Era Cenozoica, hasta que se abrió un desagüe hacia el Atlántico. Esto pudo suceder bien mediante una captura fluvial desde el Atlántico (por erosión remontante), o bien por un cambio climático a condiciones húmedas que hiciera rebosar el nivel del agua en la cuenca. La actividad tectónica a partir de esos periodos no ha generado un relieve significativo y no podría haber contribuido sustancialmente a este cambio de drenaje. Posteriormente, y de un modo paulatino, se establecería la actual jerarquía fluvial de la cuenca. Se desconoce en qué momento tuvo lugar la apertura (exorreísmo) de la cuenca, pero la sedimentación lacustre masiva más reciente es de hace unos nueve millones de años.

Longitud y caudal.

Su longitud es de 897 km, de los que unos 213 km son portugueses, 112 km son fronterizos (internacionales) y el resto discurre en España, unos 572 km. Su cuenca pertenece, la mayor parte, a zonas de clima seco, aunque sus afluentes norteños recogen aguas de la cordillera Cantábrica, que es mucho más húmeda, además de las abundantes aportaciones de los ríos Tormes, Huebra y Águeda por el sur.

Su caudal medio, antes de desembocar en el Atlántico, en la estación de aforo de Oporto, oscila entre los 650 m³/s y los 675 m³/s, mientras que en la frontera entre España y Portugal es de 570 m³/s. La regulación natural es de 840 hm³/año y su coeficiente de escorrentía es del 31 %. No obstante, su caudal relativo es bastante bajo: en Oporto varía entre 6,6 y 6,7 L/s y por km². Sólo en su nacimiento su alimentación es de régimen pluvio-nival, pues antes de pasar por Soria ya es un río de régimen pluvial (propio de un clima mediterráneo continentalizado), con la crecida en Diciembre y en Marzo, y el estiaje en Agosto y Septiembre.

Perfil longitudinal.

El perfil longitudinal del Duero es abrupto entre la cabecera en los Picos de Urbión y Soria. Allí comienza el tramo meseteño de escasa pendiente sobre terrenos terciarios, por el ancho cauce y riberas adyacentes. Aguas abajo de Zamora, el Duero se encaja en un abrupto congosto, los arribes, por donde el río abandona la Meseta perdiendo bruscamente altura hasta las bajas tierras portuguesas. En los Arribes se localiza el complejo sistema hidroeléctrico integrado por los embalses de Ricobayo, Villalcampo, Castro, Almendra y los fronterizos de Saucelle y Aldeadávila.

Iglesia de Santa Marta.

La iglesia de Santa María la Real de Aranda de Duero (Burgos) fue construida entre el siglo XV y el siglo XVI.

En 2014 albergó la XIX edición de la serie de exposiciones de Las Edades del Hombre junto con la Iglesia de San Juan, situada también en el centro de la ciudad. Las exposiciones coincidieron con el V centenario de la finalización de la fachada de estilo gótico isabelino de la Iglesia de Santa María la Real, terminada según los expertos entre 1514 y 1516.​ Durante sus más de siete meses de duración, la exposición atrajo a más de 300.000 visitantes.

La iglesia actual está construida sobre una iglesia anterior, que era de estilo románico, de la que solo queda la torre. Se cree que el inicio de las obras se produjo en el año 1439 por los maestros de la Diócesis de Osma. Debido a que en 1473 se celebra un concilio en la pequeña iglesia de San Juan (situada a menos de un kilómetro de la iglesia Santa María) se cree que la iglesia Santa María no estaba acabada. En 1503 se crea un plano de la villa en el que se ve claramente que está acabada, aunque no poseía la portada gótico isabelina del siglo XVI y algunos detalles.

Interior. La iglesia es de estilo gótico flamígero, con planta en forma de cruz latina de tres naves, más una cuarta que se añadió como dependencias para cofradías. Se desconoce el nombre del tracista.​ Antiguamente tenía tres capillas. La nave central y el transepto tienen el techo un poco más elevado que en le resto de la iglesia. La iglesia posee bóvedas de crucería gótica que se asientan en pilares fasciculados con columnas adosadas. Su presbiterio es de forma poligonal y tiene dos puertas a cada lado, con arcos campanales. La puerta que está en la parte de la nave de la epístola tiene un arco conopial decorado con bolas y puntas de diamante típicas de Gótico isabelino. Para que el sitio esté iluminado hay vidrieras de ventanales y rosetones. Algunas vidrieras y rosetones tienen imágenes humanas y son probablemente del siglo XVII. La escalera de subida el coro fue construida por Sebastián de la Torre en el año 1523. Hay un retablo renacentista del siglo XVI y destaca un púlpito de madera así como la escalera que conduce al coro, que es de estilo mudéjar. La capilla que alberga la pila bautismal está enmarcada en un pórtico renacentista con decoración de estilo grutesco.

Retablo Mayor. Antiguamente la iglesia poseía ya un retablo, pero este se quemó en un incendio, por esta razón se solicitó la construcción del retablo actual. Este retablo fue encargado a los escultores Gabriel de Pinedo y Pedro Cicarte y a los pintores Clemente Sánchez y Bérnabé de la Serna. Está realizado con madera policromada. Se comenzó su realización en 1609 y se terminó en 1624. Tanto este retablo como su antecesor ocuparon el presbiterio. El nuevo retablo fue movido en el año 1962 por tres razones: el cambio de los usos litúrgicos a raíz del Concilio Vaticano II, la recuperación del aspecto original del ábside y por último para conseguir una mejor iluminación del templo al descubrir los tres ventanales que ocultaba el retablo. La estructura del retablo está formada por tres cuerpos, tres calles y dos entrecalles apoyadas en un banco, el cual está rematado por imágenes sobre los siguientes temas: la Presentación en el Templo, la visitación a su prima Santa Isabel, el Nacimiento de Cristo, la Circuncisión del Señor, la Adoración de los Reyes Magos y la Huida a Egipto. Es de estilo Romanista (una de las etapas tardías del Renacimiento), por lo que adelanta algún aspecto del Barroco. La figura principal del retablo es la Virgen María, la cual aparece a lo largo de todo el retablo excepto en las entrecalles, las cuales tienen a los siguientes Santos destacados: San Pedro, San Pablo, Santiago, San Juan, San Andrés y un Santo que no se ha podido identificar. Antiguamente el retablo remataba con un calvario y varias imágenes de santos. Actualmente el crucificado preside el presbiterio. En las naves laterales se encuentran varias figuras, entre las que destacan la Virgen y San Juan, estas figuritas estuvieron colocadas anteriormente en el ático del retablo. En el primer cuerpo de la calle central actualmente hay una imagen de San Pedro en su Cátedra, pero no era así originalmente. En el segundo cuerpo hay una pintura de la Virgen con el Niño, antiguamente estaba la Asunción, la cual está situada ahora en el lado izquierdo del presbiterio, dado que es la patrona de la iglesia. En el cuerpo más alto hay una pintura de una Dolorosa, la cual sustituye a una Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad. En Santoyo (Palencia) existe un retablo muy parecido o igual a éste.

Púlpito. Hacia los años 1540 se decide realizar un nuevo púlpito con madera de nogal. Se cree que este es encargado a Miguel de Espinosa, Juan de Cambray y Francisco de Salamanca, aunque es posible que sea obra de Juan de Juni o Alonso Berruguete. Gracias al libro de Silverio Velasco se está seguro de que según los libros de la iglesia se pagó por el púlpito a Miguel de Espinosa y Juan de Cambray entre los años 1546 y 1547. También aparece el nombre de Francisco de Salamanca, para pintar el florón y a la Virgen de debajo del tornavoz. El púlpito tiene forma hexagonal y está apoyado en una delgada columna de orden clásico, se accede a él por unas escaleras estrechas. En él hay cinco relieves separados por frisos y pequeñas columnas. En el relieve del centro está San Juan Bautista y los otros cuatro están divididos en dos parte cada uno, en la de abajo aparece un padre de la Iglesia y en la de arriba un evangelista con su símbolo. Hay una pared adosada a otra pared que une al púlpito con el tornadoz. En la parte inferior de esta pared esta la imagen de Ecce Homo y arriba de esta está el escudo del obispo Acosta, quien se cree que fue el patrocinador. En cada lado de la parte superior hay dos aletones que tenían una función acústica, son de sección cuadrangular, en su parte inferior se representa a Eva y Adán. El tornavoz se divide en dos cuerpos. En el inferior hay diez santos representados, se cree que algunos son San Andrés, San Juan, San Pedro, Santiago, San Mateo. Todos con un libros menos San Juan. El segundo y superior cuerpo está ocupado por cinco santas, se cree que pueden ser Santa Bárbara, Santa Lucía, Santa Catalina, Santa Inés y Santa Cecilia. Lo remata la figura de la Virgen pisando una media luna. Este púlpito ha sido relacionado con el trascoro de la catedral de Palencia.

Escalera de Subida al Coro. Hacía 1520 se decide sustituir la vieja escalera de caracol, hecha de madera, por una escalera más impresionante que demostrara el esplendor económico que vivía Aranda en esa época. De estilo gótico flamígero, la escalera se realizó en trono a 1523. Se ha dudado mucho quién fue el creador de la obra. El historiador Mayer cree que Simón de Colonia pudo ser el autor de la obra, lo que no es nada probable, porque por 1520 ya había fallecido. Pedro Sanz Abad piensa que el autor pudo ser el hijo de Simón, Francisco de Colonia. También se ha dicho que el autor pudo ser Sebastián de la Torre, puesto que en los libros de la iglesia pone que fue pagado. Además, es posible que contara con Juan de la Torre, que probablemente era su hermano. Los dos juntos realizaron la galería alta situada en la fachada sur unos años después. La barandilla de la escalera está formada por tres tramos con cuatro paneles.

El primer tramo es inclinado y da paso al descansillo. El panel de este tramo es el más original y es de estilo mudéjar. La decoración está formada por lazos. Los trazos se entrecruzan y forman estrellas de ocho picos en las que se insertan unos florones que en la parte baja han desaparecido. Esto ha llevado a pensar que quizás el apellido «de la Torre» tuviera ascendencia mudéjar.

El segundo tramo corresponde al descansillo y está paralelo al suelo. Está decorado con circunferencias que están entrelazadas sobre un fondo calado, imitando formas vegetales. Este tipo de decoración es típica del Gótico Florido. Este panel es igual a uno de los de la escalera de la iglesia de San Nicolas de Bari Sinovas (realizada también por Sebastián de la Torre).

El tercer tramo es inclinado y está dividido en dos paneles. El primero posee una decoración basada en tres roleos con formas vegetales en el calado, también típica del Gótico Florido. El segundo panel tiene una decoración más abundante también con un calado vegetal.

La escalera tenía una escalera gemela en la nave de la epíscola algo más estrecha de caja. Pero está escalera gemela no permaneció después de la limpieza hecha en la iglesia en 1962, aunque si quedó un fragmento muy cerca del coro en el que se ve un panel que es casi igual al tercero de la escalera gemela y que está basado en roleos. La escalera está construida con estuco, material más duro e impermeable que el yeso. Sebastián de la Torre realizó esta obra tres años después de realizar la escalera de la Iglesia de San Nicolás de Bari en Sinovas, debido a esto ha corregido muchos errores, como el pasamanos, que en la iglesia de Sinovas no es lo suficiente alto y en la de Aranda si.

Cristo Yacente. El Cristo de la iglesia es de autor anónimo, pero está realizado por la algún antiguo miembro de la Escuela Vallisoletana. Está hecho de madera policromada y data del siglo XVII. Sus proporciones son de un hombre adulto. Es una talla de mucha calidad realizada de forma suave y modelada. En realidad este Cristo es anterior al siglo XVII, pero es en este siglo cuando se decide articularle los hombros para que pueda celebrar la ceremonia del Descendimiento. Además de esto, también se le inclinó la cabeza hacía adelante a la derecha y se le colocó una arandela en la espalada para poder adosarle a la cruz y se le cubrieron los párpados de los ojos con cera para dar la impresión de que estaba muerto.

Retablos barrocos. Debajo de la zona del coro hay cuatro retablos barrocos. Estos datan de la primera mitad del siglo XVIII y estuvieron adosados a columnas de la iglesia situadas a ambos lados del presbiterio. El traslado de los retablos a su posición actual se realizó en 1962.

El retablo dedicado a San Pedro en su cátedra está situado debajo de la escalera. Su talla se colocó en el retablo mayor para ocupar el hueco en el que estaba antes la talla de Nuestra Señora de la Asunción, colocada actualmente en el presbiterio. En este retablo barroco se colocó en su lugar una talla pequeña de la Virgen del Pilar.

El retablo dedicado a San Miguel Arcángel. En él hay una talla de San Miguel y tres pinturas: San Miguel en lucha con el demonio, La balanza de la Justicia y San Rafael acompañando al ciego Tobías.

El retablo de la Sagrada Familia. En él había una imagen del Niño Jesús, que desapareció en 1975, ha sido sustituida por una imagen de San Antonio de Padua. Tiene también tres pinturas que citan a la Presentación del Niño Jesús en el templo, La Anunciación y La Huida a Egipto.

El retablo dedicado a San Cristóbal. Posee una imagen de Santa Lucía.

Otros elementos.

  • Altar.
  • Cristo Crucificado.
  • Pilas de agua bendita.

Exterior. Tiene un aspecto tan grande y majestuoso que se puede confundir con una catedral. Hace poco tiempo la torre y la fachada fueron restaurados.

Torre. Perteneciente a la iglesia de estilo románico anterior a la gótico, formaba parte del sistema defensivo de Aranda de Duero, que la construyó en el siglo XII como posible defensa de la villa ante las intrigas de los nobles o reyes. Aún a día de hoy son visibles los modillones salientes en el último de sus tres cuerpos, que sostenían el antepecho de la almena, uno de los puntos fuertes de la población amurallada. Más tarde fue cubierta con chapitel.

Fachada gótico-isabelina. Posee una fachada gótico-isabelina construida por Simón de Colonia, Juan de Gumas, Juan de Nóveda y un familiar de este último, aunque se cree que el que la terminó fue un hijo de Simón de Colonia, Francisco de Colonia. Esta fachada de ha convertido en uno de los emblemas de Aranda de Duero. Fue iniciada antes del año 1500 y terminada por el 1515, siendo la mejor muestra del esplendor económico de la ciudad en esa época. Es una obra del gótico tardía y cumple las funciones decorativa y teológica. La fachada tiene algunas zonas de los extremos cobijadas por un arco apuntado y el conjunto de la portada está coronado por una crestería. La figura central representa la escena del Calvario, esculpida en el hueco que deja una ampliación del arco exterior de la ojiva y a tamaño natural. A ambos lados del Calvario hay dos medallones que representan la Cruz a cuestas y la Resurrección del Señor, formados por baquetón de festón calado. Sobre ellos se sitúan dos escudos de Aranda en relieve. Y más arriba se hallan los escudos reales sostenidos por leones con águilas al lado. Entre los escudos arandinos y los reales están el yugo y las flechas, símbolos de la unión de Castilla y Aragón en Aranda de Duero. El arco de entrada es ojival, con festón calado. Hay una archivolta múltiple en la que hay labradas cardinas con animalitos fantásticos, que se alternan con dos órdenes de pequeñas capillitas de delicada filigrana en las que se representan un total de 28 santos y santas, algunos no identificados.

En el triángulo inferior, debajo de cada uno de los medallones laterales, se hallan los escudos del obispo de Osma Alonso Enríquez, primo de los reyes y que posiblemente fue el que dirigió el encargo de éstos y contribuyó con sus donativos.

La fachada está flanqueada por dos pináculos que poseen dos series de imágenes de santos, cubiertas en repisas apoyadas en repisas.

Las dos puertas que cierran los dos vanos formados por el parteluz son totalmente renacentistas y de madera de nogal. El parteluz posee en el frente una imagen de la virgen y sobre él se apoyan dos arcos rebajados que sostienen el tímpano, en el que hay cuatro escenas esculpidas en altorrelieve (en el sentido de las agujas del reloj, comenzando por la esquina superior izquierda): el anuncio del ángel a los pastores, cabalgata de los Reyes Magos, la adoración de los reyes a Jesús y el Nacimiento de Jesús.

Cada puerta está dividida en cuatro cuerpos, en cada cuerpo hay dos esculturas excepto en los superiores, en los que hay una en cada uno. Hay en total hueco para catorce representaciones, las cuales son San Pedro, San Pablo, San Juan, San Andrés, los Ángeles Cantores, la imposición de la casulla por la Virgen a San Ildefonso, la oración de Jesús en el Huerto, el Prendimiento de Jesús, la Entrada en Jerusalén, la Última Cena y el escudo de Don Pedro Álvarez de Acosta, obispo de Osma, posterior a Alonso Enríquez, que también fue donante. Los bajorrelieves originales de las puertas están en el Museo Sacro, dado su deterioro, y han sido sustituidos por copias fidedignas.

Casa de los Verdugo.

En el centro de Aranda de Duero en la provincia de Burgos, a 150 km de Madrid, en un cruce caminos, el Palacio de los Verdugo se presenta como un claro ejemplo de la arquitectura castellana del siglo XV. Destacan en el su fachada de piedra de sillería en la que figuras los escudos de las familias poseedoras del mismo, Durango, Tamayo, Mansilla y Verdugo, así como su patio porticado con doble balaustrada de columnas de madera. Su ubicación en el centro de Aranda lo convierte en un espacio singular y único en la Ribera del Duero.

Historia.

Los historiadores no se ponen de acuerdo en indicar cuando se dió a conocer Aranda a la historia, si bien se han encontrado en sus alrededores restos de épocas prerromanas, romana y visigótica. Estos debe entenderse como anexos o dependientes de las cercanas ciudades de Rauda o Clunia, nunca como una entidad propia. No es hasta entrado el siglo X, cuando se empieza a asegurar la frontera del Duero y se levanta un pequeño caserío con ermita en la denominada Colina de San Juan rodeada por los ríos Duero, Bañuelos y Arandilla, dando lugar al germen de lo que sería la villa de Aranda, tal y como relatan los anales complutenses y castellanos, así como el Cronicón Primero de Castilla que señala el año 912 como el momento en el que los condes castellanos repueblan la zona de la Extremadura castellana. Es esta una época en la que la amenaza musulmana está todavía muy presente y en más de una ocasión, se ha de abandonar el caserío para buscar refugio en los montes cercanos, así se llega al siglo XII cuando ya asegurada la frontera más allá del Tajo comienza el desarrollo urbano y político de la incipiente población, llegando a adquirir el título de villa realenga, esto dependiente directamente de la corona, privilegio otorgado por Sancho IV en Toledo el 1º de Febrero de 1291 y confirmado por Pedro I en 1329, son épocas estas en las que los habitantes de Aranda defienden esta condición de villa realenga frente a las ambiciones de la nobleza castellana ansiosa de hacerse con el control de la villa y su puente, punto fundamental para el paso de ganado y por tanto para el floreciente negocio de la lana que alcanzará su máxima expresión en los siglos sucesivos en la figura de la mesta.

El siglo XV será fundamental para la historia de Aranda, de España y de un personaje Don Martín de Durango, contador y administrador del Conde de Miranda. Este cargo le permitió acceso a la Corte y sus hábiles maniobras hacen que se fije en él el rey Don Juan II, le nombra Caballero de la Banda, Orden de Segunda Clase reservada a aquellos que han probado haber estudiado o combatido contra los moros por diez años, y le concede la guarda de su hijo el futuro Enrique IV el 16 de Abril de 1448. Don Martín, una vez elevado a la nobleza decidió construirse un solar digno de su nueva condición, buscó un solar adecuado en el Ensanche de Aranda, en la calle denominada Barrionuevo. El crecimiento de Aranda ha sobrepasado la primitiva muralla y crecen barrios extramuros, así en 1474 ante el escribano Diego López de Villareal, compra el citado solar y en 1482 ha terminado la construcción. Mientras se produce, esta Aranda es centro de la vida castellana, se está celebrando el Concilio de Aranda patrocinado por el obispo Francisco Vázquez de Acuña en 1473 y la futura reina Isabel pasa largas temporadas en Aranda, esto hace que se construyan casonas, se ensanchen calles, se adornen las iglesias, como la fachada realizada por Simón de Colonia para la Colegiata de Santa María y mejoren los caminos y servicios, es una época de florecimiento para la villa y de gran desarrollo económico y social, todo esto quedará plasmado en el plano de Aranda de Duero de 1503, primer plano urbano de una ciudad de España. En él ya se puede observar una traza urbana que se mantiene intacta hasta nuestros días y la mayoría de los edificios principales de la villa, así como la nueva muralla levantada en el siglo XV y sus puertas.

Los siglos XVI y XVII traerán de nuevo la Corte a Aranda. Los Austrias menores, principalmente Felipe III pasa largas temporadas en la Ventosilla, finca de caza cercana a Aranda, lo que hace que se instalen muchas familias nobles en Aranda, entre ellas llegan los Tamayo, que a través del matrimonio se hacen con el mayorazgo de los Durango e incorporan la Casa Palacio al suyo. Los Tamayo, regidores perpetuos de la villa y poseedores del derecho de portazgo, esto es el cobro de los derechos de paso de ganado por el puente de la villa, más refinados que sus predecesores, los Durango, reforman la casa, abren grandes ventanas y balcones abandonando la fisonomía de fortaleza de la casa e instalan en la fachada sus escudos de armas y privilegios, así llega el siglo XVIII y con él, el desarrollo social y económico de la mano de la agricultura, la ganadería y las industrias de la plata y de la tela, como atestigua el Marqués de la Ensenada en su célebre catastro.

El comienzo del siglo XIX traerá a Aranda a la familia de los Verdugo, provenientes de Arévalo, que por matrimonio incorporan a su mayorazgo la Casa Palacio de Aranda. Los Verdugo son pertenecientes a la denominada nobleza rural y destacan en el campo de la milicia. En el plano político se producen las nefastas alianzas de los Borbones españoles con Napoleón, esto producirá en los primeros meses de 1808 la entrada de las tropas francesas en España con el pretexto de la ocupación de Portugal. Aranda ya se configura como un importante cruce de caminos y paso obligado desde Francia hacia la capital, por lo que queda acantonada en ella una numerosa tropa extranjera. En la Casa de los Verdugo se alojan oficiales. Los sucesos del Dos de Mayo y la derrota en Bailén, ponen en fuga a José I y al ejército francés, pero será por poco tiempo porque el propio emperador toma el mando de las operaciones en la península. Acompañado de su «grande armee» penetra por Irún, toma Burgos, bate a los españoles en Gamonal y Espinosa y enfila el paso hacia Madrid. En Aranda, pasa tres días en Noviembre de 1808, alojado en la Casa de los Verdugo, esperando el momento propicio para forzar el paso de Somosierra y avanzar sobre Madrid. Don Eulogio Verdugo, acoge al emperador y como la mayoría de la nobleza española pone una vela a Dios y otra al diablo, mientras él tiene de huésped al emperador y muestra simpatía hacia el invasor, sus hijos prestan servicio uno como oficial de infantería destacándose en el segundo sitio de Zaragoza y el otro se une a la partida del empecinado. Sus conocimientos universitarios le harán pronto granjearse la confianza del guerrillero y llegará a ser su lugarteniente muriendo ahorcado en Cogolludo al ser capturado por los franceses. El célebre guerrillero mostrará en una carta dirigida a la Junta de Defensa Nacional en 1813, la pena que le supuso la pérdida de su lugarteniente.

Son años los de la guerra muy convulsos. En Aranda y en sus alrededores, operan las partidas del empecinado y el cura Merino e incluso Espoz y Mina baja en algún momento desde Navarra. Esto hace que en Aranda se acantone permanentemente una compañía de coraceros al mando del coronel Bremond para mantener el camino de Madrid a París seguro. Hechos todos contados magistralmente por la pluma de Pío Baroja en las Memorias de un hombre de acción. En «El Escuadrón del Brigante» relata incluso como tras la batalla de Milagros, el coronel Bremond herido se retira a Aranda quedando alojado en la Casa de Eulogio Verdugo.

La finalización de la guerra y la derrota del invasor no trajo la paz a la comarca. Son años convulsos. El rey Fernando VII pretende volver al Régimen Absolutista olvidando la Constitución de 1812. Se produce el levantamiento de Riego. En la comarca, personajes tan reconocidos como Juan Martín «El Empecinado», defienden la causa liberal, mientras que el cura Merino defiende la Absolutista. Los que en tiempos fueron aliados, hoy se enfrentan por los campos de la Ribera. El Trienio Liberal termina con la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis. El duque de Angulema, futuro Luis XVIII, al igual que años atrás hiciese el emperador, espera en Aranda el momento propicio para avanzar sobre Madrid. El trato que recibe en Casa de Don Eulogio es tan bueno que condecora a éste y a su hijo, también Eulogio, coronel del Regimiento Provincial de Burgos y afines a la causa Absolutista, con la orden francesa de la flor de Lys. La restitución de Fernando VII en su poder absoluto, no trajo la deseada paz, pues a los pocos años, al producirse su muerte, se produce el dilema sucesorio, y con él, la llegada de las Guerras Carlistas (Reunión de la Ventosilla), que lastrarán el desarrollo de España durante más de cuarenta años.

En la segunda mitad del siglo XIX, se produce un nuevo desarrollo urbano de Aranda. Se supera el trauma de la Guerra de la Independencia. Se derriban conventos en estado de ruina desde 1814. Un ejemplo es el Convento de la Veracruz, utilizado por los franceses como cuadra, en el que estuvieron alojados hasta cuatrocientos caballos. Se derriban las murallas y se amplían los puentes sobre el Duero. Todas estas obras y también la construcción de canales de riego, como el denominado Canal de María Cristina, que pone en riego toda la ribera, son obras auspiciadas por Don Diego Arias de Miranda y Goitia, él y su cuñado, Félix Verdugo Ortiz, protagonizan la vida política de Aranda hasta principios del siglo XX. La Guerra Civil no traerá a Aranda graves consecuencias al estar alejada de los frentes. La Casa Palacio de los Verdugo es utilizada como cuartel y al finalizar la guerra, sus propietarios piensan, debido a su estado, en incluso derribarla, sin embargo, Doña Marta Verdugo Seijas emprendió la restauración de la casa bajo la Dirección General de Patrimonio y Bellas Artes, finalizándose en 1965 y dándole la configuración actual. Por esas mismas fechas, Aranda fue considerada como polígono de descongestión industrial de Madrid, esto supuso la implantación de grandes empresas. La demanda de mano de obra y un crecimiento desproporcionado llevó a la villa a pasar de cinco mil a veinte mil habitantes en apenas diez años. Esto incidió en el desarrollo urbano, se crearon polígonos residenciales y se desarrolló una política urbanística nefasta que ha hecho que prácticamente la única casa que represente los momentos de esplendor vividos en los siglos XV y XVI en la villa, sea la citada Casa Palacio de los Verdugo.

(09/06/2018)

412. Dedal LEÓN // LEÓN´s Thimble

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Dedal porcelana colección pergamino León (Castilla y León).

Para terminar el mes de Abril, aquí os dejo un nuevo dedal de porcelana, de la colección de pergaminos, de la ciudad de León. Este dedal me lo he traído de una visita que hemos realizado a esta ciudad, ya hace un tiempo.

León (en leonés, Llión) es un municipio​ y ciudad española ubicada en el noroeste de la península ibérica, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla y León. León contaba en enero de 2019 con 124.303 habitantes​ repartidos en una superficie de 39,03 km², y un área metropolitana de 203.191 habitantes según el mapa de áreas funcionales de la Junta de Castilla y León (otros proyectos dan cifras diferentes​), distribuidos en quince municipios, siendo así la segunda más poblada de la comunidad.​

Nacida como campamento militar romano de la Legio VI Victrix hacia el 29 a. C., su carácter de ciudad campamental se consolidó con el asentamiento definitivo de la Legio VII Gemina a partir del año 74. Tras su parcial despoblación con motivo de la conquista musulmana de la península, León recibió un nuevo impulso como parte del Reino de Asturias. En 910 comenzó una de sus etapas históricas más destacadas al convertirse en cabeza del Reino de León, participando activamente en la Reconquista contra los musulmanes, llegando a ser uno de los reinos fundamentales en la configuración del Reino de España. La ciudad albergó las primeras Cortes de la historia de Europa en 1188, bajo el reinado de Alfonso IX, gracias a lo cual en 2011 fue proclamada por la Junta de Castilla y León como Cuna del Parlamentarismo.​ Desde la Baja Edad Media la ciudad dejó de tener la importancia de antaño, en parte debido a la pérdida de su independencia tras la unión del reino leonés a la Corona castellana, definitiva desde 1301.

Sumida en un período de estancamiento durante la Edad Moderna, en la guerra de la Independencia fue una de las primeras ciudades en sublevarse de toda España, y años después del fin de la misma, en 1833, adquiriría su rango de capital provincial. La llegada del siglo XX trajo consigo el Plan de Ensanche, que acrecentó la expansión urbanística que venía experimentando desde finales del siglo XIX, cuando la ciudad se convirtió en un importante nudo de comunicaciones del noroeste con motivo del auge de la minería del carbón y de la llegada del ferrocarril.

Su patrimonio histórico y monumental, así como diversas celebraciones que tienen lugar a lo largo del año, entre las que destaca la Semana Santa, y su situación como paso obligado del Camino de Santiago, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la convierten en una ciudad receptora de turismo nacional e internacional. Entre sus monumentos más representativos se encuentran la Catedral de Santa María de Regla, el mejor ejemplo del gótico clásico de estilo francés en España, la Basílica de San Isidoro, una de las iglesias románicas más importantes de España, tumba de los reyes de León medievales y considerada como La Capilla Sixtina del Arte Románico, el Monasterio de San Marcos, primer ejemplo de la arquitectura plateresca y renacentista española, el palacio de Los Guzmanes, el palacio de los Condes de Luna, la iglesia del Mercado o del Camino la Antigua, la iglesia de Palat del Rey, la Casa de las Carnicerías y la Casa Botines, de estilo modernista y realizada por el genial arquitecto catalán Antoni Gaudí; todos ellos declarados Bien de Interés Cultural.​ Ejemplo destacado de arquitectura moderna, y uno de los museos de la ciudad, es el MUSAC, de Mansilla + Tuñón Arquitectos.​

León dispone de una red desarrollada de carreteras y ferrocarril, además de contar con un aeropuerto.

La ciudad está inmersa en el desarrollo de distintos proyectos como la reconversión del Feve en tranvía o el palacio de congresos, entre otros. El proyecto del tranvía suscitó varias críticas por parte del Partido Popular, entonces en la oposición municipal, que alegaba que su desarrollo en una ciudad como León era un proyecto faraónico y de dudosa viabilidad​ y anunciaron que bajo su gobierno no desarrollarían tal proyecto.​

La Universidad de León, fundada en 1979 como escisión de la Universidad de Oviedo, contaba en el curso 2006-07 con 13.217 alumnos; tiene su sede en la ciudad y está catalogada, a partir de criterios como la demanda universitaria, los recursos humanos o los planes de estudio,​ como la 2.ª universidad de Castilla y León, tras la Universidad de Salamanca, y la 30.ª de España.​ Desde el 4 de Mayo de 2010, la ciudad alberga la segunda sede de la Universidad de Washington en Europa, tras su sede de Roma, con capacidad para 500 alumnos interesados en el aprendizaje del español.​ Desde 2011 la ciudad cuenta también con una sede del Instituto Confucio.

Escudo de León.

El escudo de León está compuesto por un campo de plata en el que figura un león rampante de púrpura, linguado, uñado, armado de gules y coronado de oro. Aparece timbrado con una corona abierta de oro (la forma de la antigua corona real, usada hasta el siglo XVI). En el escudo de la ciudad de León aparece representada una corona marquesal en vez de la antigua real y el león no figura coronado.

Al producirse la unión en el año 1230 de las Coronas de León y Castilla con Fernando III el Santo se dispuso que en el escudo del rey los elementos heráldicos castellanos (un castillo almenado de oro sobre un campo de gules) y leoneses formaran un escudo cuarteado. Es de destacar que en los cuartelados no había sitio para dos leones, hasta aquel momento pasantes, por lo que se les situó como rampantes para ocupar por completo los cuarteles que les correspondían. Esta es la disposición que ha llegado a la actualidad. El uso de la corona sobre la cabeza del león no apareció documentado hasta el reinado de Sancho IV de Castilla y León (1284-1295).

Actualmente el escudo de León es el símbolo de la provincia y, acompañado por adornos exteriores, de la ciudad de León.

Catedral de León.

Templo gótico dedicado a Santa María, fue comenzada a construir en el reinado de Alfonso X el Sabio a mediados del siglo XIII sobre la antigua catedral románica, que a su vez ocupaba los terrenos del Palacio Real que cediera Ordoño II para ello y que, a su vez, se asentaba sobre las termas romanas. De planta similar a la catedral francesa de Reims, tiene reducida su planta en 1/3 con respecto a esta. Una característica peculiar es que las torres aparecen separadas de la nave central mediante arbotantes. Su planta es de tres naves, con bóveda de crucería. Trabajaron en ella distintos arquitectos como el Maestro Simón, el Maestro Enrique y Juan Pérez (estos dos empleados por entonces también en la Catedral de Burgos) y el Maestro Jusquín. El cuerpo principal del edificio fue terminado a principios del siglo XIV junto al claustro y la torre norte, mientras que la torre sur fue terminada en el siglo XV, en estilo gótico flamígero. En los siglos XVII y XVIII sufrió modificaciones estéticas por parte de Juan de Náveda y Joaquín de Churriguera, elementos que provocaron daños al edificio y fueron retirados en el siglo XIX por Matías Laviña, Juan Madrazo, Demetrio de los Ríos, Juan Bautista Lázaro y Juan Crisóstomo Torbado, muchos de los cuales llevaron a cabo la intensa restauración decimonónica que salvó el templo de la ruina, además de devolverle su esencia gótica original. Lo más impresionante es su interior, destacando los más de 1800 metros cuadrados de vidrieras de los siglos XIII al XVI, incluyendo tres grandes rosetones y vidrieras en la parte baja y el triforio, algunas de ellas añadidas en las restauraciones del siglo XIX.

Basílica de San Isidoro.

Constituye uno de los ejemplos de arte románico más importantes de España y, sin duda, uno de los conjuntos más completos en este estilo, por cuanto que en él confluyen arquitectura, escultura y pintura, albergando en esta última técnica el Panteón Real, llamado por los expertos Capilla Sixtina del Arte Románico.​ Impulsada su construcción por los reyes Fernando I y su esposa Doña Sancha en el siglo XI, originariamente fue un monasterio dedicado a San Juan Bautista, y se supone que anteriormente se asentaba en sus cimientos un templo romano. Con la muerte de San Isidoro, obispo de Sevilla, y con el traslado de sus restos a León, se cambió la titularidad del edificio. Albergó las primeras Cortes de la historia, las Cortes de León, celebradas en 1188.

Convento de San Marcos.

Impulsada su construcción por los Reyes Católicos como sede de la Orden de Caballería de Santiago, puesto que de hecho fue erigido a orillas del río Bernesga y literalmente junto al puente medieval de San Marcos, por el que los peregrinos continuaban el Camino de Santiago, es hoy uno de los monumentos más importantes de León. De estilo plateresco, en su construcción participaron Juan de Orozco, que firmó los planos de la iglesia, Martín de Villarreal, autor de la fachada, y Juan de Badajoz el Mozo, a quien se debe el claustro y la sacristía. En el siglo XVIII se construyó el ala izquierda del edificio, respetando su arquitectura plateresca. Su historia ha estado llena de avatares y su uso original no duró mucho: tras ello ha sido cárcel (en ella encerró el Conde-Duque de Olivares a Francisco de Quevedo), cuartel, sede de los estudios veterinarios, origen de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León y del Instituto General y Técnico (uno de los tres primeros Institutos de Enseñanza Media creados en España por ley de 1845), fundado en 1846 (hoy IES Padre Isla), e incluso fue campo de concentración durante la Guerra Civil. Actualmente es un parador de cinco estrellas.

Otras iglesias.

En el casco histórico tenemos que destacar las iglesias del Palat del Rey, nuestra Señora del Mercado y la iglesia de San Marcelo. La Iglesia de San Salvador de Palat del Rey trata del templo más antiguo de la ciudad de León, fue fundada en el siglo X por Ramiro II de León y, como su nombre indica, se trata del templo del «Palat» (el Palacio) del rey. De su pasado como oratorio regio de la monarquía leonesa da buena cuenta la propia elección de la dedicación, San Salvador, recordando al templo mayor ovetense, o su uso como panteón de la monarquía, antes de la construcción del que sería el gran mausoleo isidoriano. Del templo original, prerrománico, pueden apreciarse hoy pocos restos, aunque ha sido recientemente restaurada y musealizada. La Iglesia de Nuestra Señora del Mercado es una iglesia con planta basilical en forma de sepulcro, siendo más estrecha a los pies. Presenta una portada románica de arco ciego, dos ábsides también románicos decorados con bóveda de horno, capiteles y líneas de imposta con taqueado jaqués. Los pies del edificio se cierran con bóveda de crucería. La torre es obra de Felipe de Cajiga (1598), habiendo sido rematada por Fernando de Compostiza. De lo que fuera la iglesia dedicada al centurión romano Marcelo no queda más que una portada gótica. El templo actual es de estilo herreriano, terminado a principios del siglo XVII. Del exterior destaca la torre cuadrada de la iglesia, cubierta de característicos ladrillos, que se asoma a la plaza de Santo Domingo.

Otros conjuntos eclesiásticos de relevancia podrían ser la iglesia de San Francisco, la iglesia de San Juan y San Pedro y Renueva y el Convento de las Concepcionistas. La iglesia de San Francisco, cuya actual construcción se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII, construida con formas clásicas y dedicada a San Francisco. Está asociada al convento de los Capuchinos y se sitúa frente al parque al que da nombre. El Convento de las Concepcionistas, fundado en 1512 por Leonor de Quiñones, presenta una portada románica del antiguo edificio y corredores con pinturas mudéjares. Su iglesia es de una sola nave, con cabecero del siglo XVI, obra de Juan del Ribero. Se conservan en su interior mobiliario artístico, retablos barrocos, pintura y orfebrería. Mención aparte merece la capilla del cristo de la victoria, de estilo neorrománico, fue realizada a finales del siglo XIX por Demetrio de los Ríos, uno de los restauradores principales de la Catedral de León. La portada imita la puerta del Perdón de la Basílica de San Isidoro de León. En su interior se conserva una escultura gótica del crucificado.

Palacio de los Guzmanes.

Mandado construir por Juan Quiñones y Guzmán, obispo de Calahorra, se comenzó la obra en 1560 bajo la dirección de Rodrigo Gil de Hontañón. El edificio fue adquirido por la Diputación Provincial de León en 1882, teniendo ampliaciones en los años 1973 a 1976 por parte del arquitecto Felipe Moreno. De forma trapezoidal, los dos primeros cuerpos tienen vanos protegidos por rejería, siendo los balcones del superior adintelados, y el tercer cuerpo presenta una galería o paseador con arquillos entre pilastras corintias y gárgolas de grandes dimensiones. Tiene dos puertas del siglo XVI, una de ellas con una estructura de dos columnas jónicas, flanqueadas por dos soldados con los escudos de armas de la familia.

Palacio del Conde Luna.

Antigua residencia de la familia Quiñones, condes de Luna, fue realizado en el siglo siglo XIV, época de la que se conserva el cuerpo central de la fachada. Está construido de piedra sillería y tiene cerca de once metros de ancho. La portada es gótica con dintel sobre modillones, un gran arco apuntado cobija el tímpano, y se encuadra en ancho molduraje. Se conserva también uno de los grandes torreones, de finales del siglo XVI, cuando se reformó el palacio al estilo renacentista. El edificio ha tenido diversos usos a través de la historia, además de su función original de residencia de los condes de Luna, como el ser sede del Tribunal de la Inquisición de la ciudad y vivienda particular, entre otros. Cedido al Ayuntamiento por la Fundación Octavio Álvarez Carballo, alberga la sede española de la Universidad de Washington así como la sede de la Fundación León Real.

Otros palacios.

Además de los dos palacios que representan a las dos casas principales de la ciudad, el caserío del casco antiguo tiene a su vez otra serie de edificaciones palaciegas, entre las que podríamos destacar el palacio episcopal, donde reside el obispo, el palacio de los marqueses de Prado, el del marqués de Torreblanca, de Don Gutierre y la Casa de las Carnicerías. Por último, en el patio del colegio de las Teresianas se encuentran los restos del único palacio del siglo XII que se conserva.

El palacio episcopal es un edificio cuya construcción comenzó en el siglo XVIII pero no se vio totalmente terminado hasta 1936. Durante años fue la residencia oficial del obispo de León. Posee una estructura cuadrada con un patio en el centro. El palacio de los marqueses de Prado, de estilo barroco del siglo XVII, albergaba la residencia de los marqueses de Prado, señores de Valdetuéjar. Actualmente es el Hospital de Regla. Presenta una fachada barroca en la que se repiten los blasones de los Prado. Por su parte, el palacio del marqués de Torreblanca, construido en el siglo XVII, consta de grandes dimensiones, planta cuadrada y patio interior, y su fachada está recubierta de ladrillo ornamental. Actualmente es la sede del Recreo Industrial. El palacio de Don Gutierre, cuyo edificio actual data del siglo XVII aún conserva el blasón de esta familia, descendientes del emperador Alfonso VII y de Guzmán el Bueno.

El palacio medieval del colegio de las teresianas es el único edificio civil del siglo XII de la ciudad. De planta cuadrada en ruinas, en una cara conserva puerta y ventanas románicas y una escalera interior de caracol. Se desconoce el servicio que se le dio en la Edad Media. Por último, cabe mencionar la Casa de las Carnicerías, situada en pleno corazón del Barrio Húmedo, se inició en estilo renacentista a finales del siglo XVI. La fachada, de corte clásico, consta de dos pisos. Actualmente es la sede de la capital gastronómica.

Murallas.

La muralla romana de León tiene su origen en una primera fortificación militar de época augustea, en torno al siglo I a. C., y consistía en dos muros paralelos de madera rematados por un parapeto que estaban unidos por un entarimado. Pronto fueron sustituidos por una construida en piedra por la Legio VII en torno al siglo I, cuyos restos aún son visibles en la zona de San Isidoro. En torno a los siglos III y IV se construyó la que puede contemplarse hoy en día. Declarada Monumento Histórico Artístico en Junio de 1931, aún quedan en pie muestras que encerraban el recinto de la ciudad en un cuadrilátero que fue rodeado de construcciones y más tarde deformado en las restauraciones de Alfonso V y Alfonso IX, con apertura de nuevas entradas a la ciudad. Está regularmente conservada desde la torre llamada de los Ponces (de origen también romano) hasta Puerta Castillo, y desde aquí hasta la torre de San Isidoro, en total casi la mitad del recinto, aunque con desigual estado de conservación. Se está procediendo actualmente a su restauración.

En cuanto a las cercas medievales, su origen data del siglo X, y fueron construidas para proteger la expansión de la ciudad extramuros de la muralla romana, que en la época romana se denominaba cannaba y que daría lugar al actual Barrio Húmedo. Las actuales murallas datan del siglo XIV y se conservan dos trazados importantes. En medio de su trazado se conserva parcialmente Puerta Moneda, antigua entrada al barrio judío de la ciudad.

En la muralla, podemos destacar la entrada de Puerta Castillo, que desde tiempos romanos era una de las puertas de entrada a la ciudad. Se situaba junto a una fortaleza que se conservó en la Edad Media. Actualmente, la fortaleza o castillo -sede del AHP de León– aún es visible, mientras que el arco de entrada fue reconstruido en el siglo XVIII. Está presidido por una estatua dedicada a Don Pelayo y es la única puerta de entrada a la ciudad que se conserva.

Plaza Mayor.

La plaza mayor de León, ubicada en el corazón del casco antiguo, fue finalizada en 1677 según planos de Francisco del Piñal siguiendo el ejemplo de otras plazas mayores españolas, en particular la de Madrid. El edificio del Consistorio que preside la plaza es de estilo barroco y fue diseñado por el propio Francisco del Piñal como balcón para que la corporación municipal presidiera los eventos de la plaza. La plaza era el gran centro comercial de la ciudad durante la Edad Media y hasta el siglo XIX, dedicándose al mercado dos veces por semana y con la existencia de todo tipo de comercios en sus soportales, con supremacía de productos alimenticios, pero también boticas, ferreterías, platerías, artesanía, etc. Hoy en día el mercado en la plaza sigue existiendo, celebrándose cada miércoles y sábado.

Ha servido para las corridas de toros, se han realizado en ella ejecuciones públicas y celebraciones de la Corte Isabelina, también fue en esta plaza donde los leoneses se reunieron para dar el grito de guerra contra la ocupación francesa de 1810. Hoy en día es una zona muy frecuentada durante las fiestas patronales de San Juan y San Froilán, también durante carnavales y Semana Santa, ya que la mayor parte de procesiones pasan por esta popular plaza leonesa.

En el entorno de la plaza mayor se encuentra el barrio húmedo, que es como se conoce al distrito que abarca los alrededores de esta plaza y la de San Martín. Esta plaza fue el lugar en torno al cual se concentraban los artesanos, mercaderes y peregrinos de la ciudad de León y que hoy, desaparecidas esas actividades o desplazadas a otros lugares de la ciudad, han sido sustituidas por actividades hoteleras y de esparcimiento. En el flanco sur del barrio encontramos la plaza del Grano. El barrio, desde la calle La Rúa hasta la calle Caño Badillo, se encuentra jalonado de bares, cafés y mesones que convierten la zona en la mayor ruta del «tapeo» y en escaparate de las especialidades gastronómicas de la ciudad y de la provincia. Esta circunstancia, unida a la estrechez de sus calles y sus plazas, forman el espacio más típico de la ciudad, caracterizado por su trazado medieval con irregularidades urbanísticas y que es destino obligado para los turistas que visitan la ciudad. El 22 de Mayo de 1995 se terminó su peatonalización.

Casa Botines.

Obra de Antonio Gaudí, de estilo neogótico. Es de planta trapezoidal, flanqueada por cuatro torres rematadas en pináculos. Las ventanas tienen su inspiración en las ventanas del triforio de la catedral leonesa. En la portada hay una talla de San Jorge matando al dragón. El edificio fue concebido para el negocio de tejido en su planta baja y semisótano, destinándose las cuatro plantas restantes a viviendas de renta.

La construcción del edificio se debió a la iniciativa de unos comerciantes de tejidos de León, Simón Fernández Fernández y Mariano Andrés Luna,​ que estaban relacionados con industriales textiles catalanes, uno de los cuales, Eusebi Güell, recomendó a Gaudí como arquitecto para diseñar la nueva sede del negocio en la capital leonesa, ya que por entonces estaba construyendo cerca de León el Palacio Episcopal de Astorga. Gaudí delegó la dirección de las obras en el constructor Claudi Alsina i Bonafont, uno de sus ayudantes en varias obras en Barcelona, y contó con la colaboración de varios albañiles y artesanos catalanes.

Otros monumentos.

Otros ejemplos de arquitectura destacada los encontramos en el antiguo consistorio, ubicado en la Plaza de San Marcelo, el cual fue construido a finales del siglo XVI por Juan de Rivero para ser la sede del gobierno municipal, es de estilo renacentista y consta de tres alas y una escalera interior. Actualmente solo conserva algunas de las concejalías del ayuntamiento. Subiendo la calle ancha y ya junto a la catedral tenemos el antiguo edificio de correos, edificado en la primera década del siglo XX por el arquitecto leonés Manuel de Cárdenas, su estilo arquitéctónico trata de no romper la armonía gótica catedralicia. Se observan también influencias de Gaudí en un edificio de gusto neogótico.

Destacable es también el Castrum Iudeorum. Los primeros testimonios de presencia judía en la ciudad de León se remontan al siglo X; entonces se documenta la existencia de una próspera comunidad hebraica asentada en el cerro de la Mota, cercana a la actual pedanía de Puente Castro, sobre el curso del río Torío y a la vera del Camino de Santiago, circunstancia esta que favoreció su tradicional dedicación a actividades vinculadas al comercio y la banca. Sin embargo, tras el ataque que la aljama sufrió en el siglo XII a manos del rey de Castilla, sus moradores fueron obligados a abandonarla y asentarse en la ciudad de León, donde crearon una nueva aljama. En la actualidad, se están llevando a cabo una serie de investigaciones y estudios arqueológicos en torno a este yacimiento, dirigidas desde los departamentos de Historia y Patrimonio de la Universidad de León por Jorge Sánchez-Lafuente Pérez y José Luis Avello Álvarez.

(12/04/2017)

406. Dedal LAS NAVAS DEL MARQUÉS // LAS NAVAS DEL MARQUÉS´Thimble

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Dedal porcelana Navas del Marqués (Ávila).

Aquí os dejo un nuevo dedal que me traje de una visita que hemos realizado ya hace un tiempo al municipio de Las Navas del Marqués, en la provincia de Ávila. Junto con este dedal me traje otros dos, los cuales he conseguido en una floristería llamada «Floristería Las Dalias», situada en la Calle Jardín del Cristo. Como estoy intentado ponerme al día con los nuevos dedales que conseguí y que no había tenido tiempo a enseñaros, pues aquí os dejo este dedal de porcelana que espero que os guste.

Las Navas del Marqués es un municipio de España perteneciente a la provincia de Ávila, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Con 5187 habitantes en 2017 era el cuarto municipio más poblado de la provincia, tras la capital provincial, Arévalo y Arenas de San Pedro.

Historia.

Rodrigo Méndez Silva, en el siglo XVII, escribe en su obra «Población de España»:

«Faldas de vna fierra diftante tres leguas al Efcurial, que del otro lado cae, yaze la villa de las Nauas, llamada del Marques, 800. vezinos, gran trato de muy buenos paños, proueyendo varias partes deftos Reynos, mucho ganado, caças, razonablemente pan. Tiene vna Parroquia, vn Conuento de Frayles Dominicos, y funtuofo Palacio: haze por armas las de fus dueños, en efcudo azul treze roeles de oro. Fundaronla Hebreos de Nabucodonofor, Años 590. antes de nuesftra falud, nombrando Nauas, que fuena Majada de paftores, o lugar de buenos paftos.
Eftando defierta, la pobló nueuamente el Conde don Ramon, yerno de Alonfo Sexto Caftellano, año 1090.
Y boluiendo a deshabitarfe, Gil Blazquez de Auila, Hernan Lian, don Iñigo, y don Marquez, a orden del Rey Alonfo Sabio año 1275. Es cabeça de Marquefado, cuyo titulo dio el Emperador Carlos V a don Pedro de Auila, tercer Conde de Rifco
Rodrigo Méndez Silva. Población de España. Siglo XVII.

Si bien la tradición sitúa el nacimiento de Las Navas en la época de Nabucodonosor II, por judíos, no existe ninguna prueba que lo atestigüe y la teoría se considera, en la actualidad, descabellada. Sí existen pruebas de asentamientos humanos durante la Alta Edad Media, probablemente pastores, que utilizaban estas tierras al tratarse de «tierra de nadie», enclavadas entre el norte cristiano y el sur musulmán. Las Navas debe su nombre al marqués Don Pedro de Dávila, que mandó construir el castillo-palacio de Magalia hacia el 1540.

Historia contemporánea.

Se puede decir que la historia de Las Navas, la historia del último siglo, se va conociendo poco a poco. Y mal. No hay un estudio serio. Hay estudios parciales. Tenemos la Alcabala del Viento, Respuestas Generales del Catastro de Ensenada. Nº 50. Las Navas del Marqués, que se cita, más abajo como libro. Así como las repercusiones de la Desamortización de Mendizábal. Y en cuanto al hecho más relevante y trágico como fue la Guerra del 36-39 se pasa de puntillas aún. Se debe sin duda a que perdura en el recuerdo y algunos de los que participaron viven. Se sabe que por aquí estuvo la mítica Columna Mangada,​ fiel a la República y que se dieron combates encarnizados. El pueblo, como la mayoría de los pueblos, quedó dividido entre los partidarios de una parte y de la otra.

Las tropas nacionales de Rada y Angulo tomaron Las Navas el 22 de Octubre de 1936.

Patrimonio arquitectónico.

El término municipal de Las Navas del Marqués cuenta con dos edificios de interés histórico catalogados con la figura de protección de Bien de Interés Cultural. Se trata del Palacio-Castillo de Magalia y del Convento de Santo Domingo y San Pablo.

Castillo-Palacio de Magalia.

El castillo-palacio de Magalia es un edificio de estilo renacentista situado en la localidad española de Las Navas del Marqués, en la provincia de Ávila. Construido en la primera mitad del siglo XVI, fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931 y en la actualidad cuenta con el estatus de Bien de Interés Cultural.

La denominación actual, de Palacio-Castillo, deja entrever que fue concebido como un palacio renacentista sin olvidar elementos propios de los castillos defensivos de épocas anteriores, como el torreón de planta circular que data del siglo XI.

En el conjunto destacan la fachada principal con balcones volados, ventanas renacentistas y puerta de entrada con arco de medio punto, el zaguán de piedra, dos ventanas renacentistas y dos puertas de arco conopial, así como un magnífico banco de piedra con dedicatoria de los primeros marqueses, el patio de dos galerías, la inferior de veinticuatro arcos de columnas jónicas con los escudos de los Dávila y Córdoba, y la superior con igual número de columnas arquitrabadas de estilo dórico, así como dos bóvedas planas situadas en uno de los torreones. Estas bóvedas son únicas en el mundo, ya que solo hay otra en el Real Monasterio de El Escorial. Posee además pinturas y mobiliario de gran valor artístico. Todos los cuadros del palacio pertenecen al Museo del Prado.

En el torreón se encuentra la capilla, con pinturas cubistas del artista Francisco Farreras.

Convento de Santo Domingo y San Pablo, sobre el cual nos centraremos un poco más, ya que es la obra arquitectónica que podemos ver representada en este dedal.

El convento de Santo Domingo y San Pablo es un convento ubicado en la localidad española Las Navas del Marqués, en la provincia de Ávila.

Historia.

Fundación. A iniciativa de los primeros marqueses de Las Navas (Pedro Dávila y Zúñiga y su esposa María Enríquez de Córdoba), se colocó la primera piedra el día de San Pablo de 1546 y la Orden de Predicadores tomó posesión de la iglesia, aún en obras, en 1547, siendo el primer prior fray Alonso Rubio, vicario de Villafranca de la Sierra.

Desavenencias entre la comunidad de religiosos y la segunda marquesa de Las Navas, Jerónima Enríquez de Guzmán, provocaron la salida de los frailes entre 1581 y 1610. En ese año el convento se transformó en Colegiata. Entonces los frailes regresaron. En 1751, se crea una escuela de Gramática. En un «Libro Catastro de Las Navas del Marqués», se recogía que la comunidad estaba formada por el prior Fray Manuel Lázaro, un superior, y veinte frailes, teniendo como propiedades dos casas, varios censos, un tinte con dos calderas, tres prados, una huerta, 307 ovejas, 67 carneros y una mula. Del común se satisfacían a este convento 1.250 reales al año por una Cátedra de Gramática.

Siglo XIX. José Bonaparte ordenó la exclaustración de los frailes en 1809 y en 1812 fue saqueado por tropas francesas llegadas desde El Espinar. Tras la Guerra de la Independencia los frailes retornaron en 1814, pero el convento fue abandonado en 1837 como consecuencia de la desamortización de Mendizábal. Durante ésta todos los bienes subastados en el término de Las Navas eran pertenecientes a los Dominicos.

El 14 de Octubre de 1842 se subastaron las siete primeras suertes. Las tres primeras formaban «Prado Grande» (actualmente prado de los frailes), adquirido por Andrés Bernaldo de Quirós por 84.000 reales, el prado de «la Noria» vendido por un precio de 70.000 reales también a Andrés Bernaldo de Quirós; Victoriano Grande compró a su vez la finca de «Santa Catalina o San Antonio» por 8.000 reales y la última suerte subastada fue comprada por Pedro Bernaldo de Quirós por 4.200 reales.

El 28 de Marzo de 1845, a las doce de la mañana, se subastó el «edificio que fue antiguo convento de dominicos de Las Navas del Marqués«, incluyendo la iglesia, capilla, sacristía, cuadra, cija y corral, el cual constaba de 29.423 pies horizontales. Tasado en 42.000 reales es adquirido por un vecino del pueblo, Andrés Segovia, como mejor postor por la cantidad de 200.040 reales abonados en dos plazos.

La reina Isabel II, atendiendo a las súplicas del Ayuntamiento de Las Navas, cedió por Real Orden de 3 de Abril de 1847 la iglesia, capilla, sacristía y portería del convento, para aplicarlo a la parroquia, rebajando el valor de la tasación en que había sido adjudicada la totalidad, quedando en 107.164 reales.

Tras la queja del comprador por no dejarle entrada a los terrenos adquiridos, por Real Orden del 6 de Noviembre de 1849, se resuelve el conflicto, dividiendo la portería para colocar dos puertas, la inmediata a la iglesia para el Ayuntamiento y la otra para el comprador.

Siglo XX. Tras todas estas series de hechos, el convento quedó abandonado a su suerte. Al no haber nadie que lo protegiese, empezaron los saqueos, como ha ocurrido y sigue ocurriendo en otros tantos monumentos que han sido olvidados.

Durante la Guerra Civil el teniente coronel Julio Mangada, al pasar por el pueblo, decretó el traslado de la bellísima Lauda de bronce de los Primeros Marqueses de Las Navas, obra de Pompeo Leoni, al Museo Arqueológico Nacional, y también la reja del altar, que ahora se encuentra a la entrada del citado museo.

El Ministerio de Cultura declaró el convento monumento histórico artístico en 1982.

Desde entonces el convento sigue en constante deterioro, ya que los fríos y crudos inviernos, en contraste con el calor del verano, estropean la piedra.

Pero hace unos años, se dio un hecho pintoresco y que dio origen a que se creara una gran espectación que llegó a tener difusión nacional. Se propagó el rumor de que durante la noche salían de las paredes unos sonidos extraños, cuya procedencia era desconocida, y que algunas gentes imaginativas o aficionados al esoterismo, atribuían a los murmullos y suspiros de los frailes muertos. Después de varios días de cábalas, se llegó a descubrir que tales sonidos no procedían de ultratumba, sino que procedían de unas lechuzas que durante la noche hacían de las paredes del convento su lugar de descanso.

Un suceso similar a este aconteció en 1577, en el, entonces en obras de construcción, Real Monasterio de El Escorial, en cuyo episodio intervino el segundo marqués de Las Navas, Don Pedro Dávila y Córdoba. Y fue el caso que, con motivo de unas protestas de albañiles que trabajaban en el monasterio, se oían voces siniestras que asustaron a los trabajadores. Una madrugada de Agosto y encontrándose los monjes en maitines, se oyeron unos espantosos sonidos que dieron lugar a la suspensión del rezo. El padre Villacastín se dirigió al lugar de donde partían tales ruidos, que justo era debajo de las habitaciones del monarca, encontrándose un sabueso de pelo negro y ojos aterrorizados, propiedad del Marqués de Las Navas, que al estar perdido y lejos de su amo, emitía lastimosos aullidos.

El can fue ahorcado en el patio de los Evangelistas. Felipe II, a la mañana siguiente, al pasar por este patio acompañado de su corte y de D. Pedro Dávila, se dirigió a él preguntándole: «¿Supongo que habréis sentido la muerte de vuestro sabueso?», a cuya pregunta respondió el marqués: «Sabéis Majestad el estima que le tenía, mas si una muerte llega acallar las lenguas difamadoras del honor de su Alteza y de los Reverendos Padres, me doy por satisfecho».

Este relato fue narrado por escrito por fray Juan de San Jerónimo, testigo ocular de lo sucedido.

El Edificio. La decoración en su conjunto es sobria y en ella perfectamente se observa el estilo herreriano. Al estar la localidad tan cerca de El Escorial, se le atribuye a fray Juan de Villacastín, discípulo de Juan de Herrera.

Los muros son de cantería de granito grande pero irregular, salvo en la fachada, con cadenas de sillares en contrafuertes y ángulos.

Fachada. La fachada está decorada a base de placados de formas regulares. En la parte superior figura un óculo en el centro, flanqueado por los escudos de los Marqueses de Las Navas. Al final de la fachada hay un frontón en el que en el centro figura el escudo de los Dominicos.

Interior. La iglesia es una obra arquitectónica notable. La planta es de cruz latina con tres naves. La principal está sostenida por cuatro columnas clásicas de ocho metros de altura, basa ática y capitel corintio, montados sobre dados de dos metros de altura. La cubierta es de una bóveda de crucería con terceletes y sus claves decoradas con los escudos del marquesado. Las naves del transepto son más estrechas y están cubiertas por bóvedas de cañón.

El crucero es destacado y la cabecera poligonal. El conjunto de esta se encuentra elevado a modo de escenario donde está el altar, a unos dos metros de altura, y bajo el altar, se abre un espacio que contenía el sepulcro de los primeros marqueses de Las Navas, destacando la Lauda de Bronce, obra de Pompeo Leoni.

En las dos paredes contiguas a las que ocupaba en su día el retablo, hay sendos nichos sepulcrales, idénticos, en mármol gris. Constan de un pedestal sobre el cual se alzan unas hornacinas con pilares y jambas funerarias, obra que tal vez haya salido también de los cinceles de Pompeo Leoni.

En el transepto derecho se encuentra la capilla del Santísimo, de forma cuadrada y cubierta por una magnífica cúpula de sillería. Esta capilla tenía a su entrada una magnífica reja de hierro, hoy perdida.

En frente de esta capilla, se alza la puerta principal de paso, entre la iglesia y el convento, y detrás de esta se encontraba el claustro, actualmente inexistente. La sacristía y la sala capitular se situaban junto al claustro.

El altar y el resto de la nave estaba separado por una notable reja de hierro que hoy se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional.

El suelo de la iglesia era de losas de granito, y hacia la cabecera se encontraban tumbas de frailes.

La iglesia era oscura ya que no tiene muchas ventanas, y la parte de la bóveda de la parte del final de la nave estaba recubierta de madera, a excepción del resto que era de granito.

Recuperación y restauración. El 31 de Marzo de 2004, el Ayuntamiento de Las Navas del Marqués compró el convento al obispado. La Diócesis de Ávila accedió a la enajenación del inmueble, a cambio de un donativo de 132.225 euros a la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, de la misma localidad.

El templo sólo podrá albergar actividades respetuosas con la Iglesia católica. El Ayuntamiento ha iniciado su restauración para destinarlo a usos culturales y se han comprometido a gestionarlo junto con la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Cultura.

Hasta el momento sólo se ha limpiado la fachada, quedando actualmente más vistosa y protegida; se ha cubierto la iglesia con tejado y por debajo de este se ha colocado un material de imitación a la madera, con lo que se consigue, afortunadamente, que el convento pueda aguantar en pie unos años más.

Una de las exposiciones que tiene lugar en el convento es Artenavas, además de conciertos y otras actividades.

Iglesia parroquial de San Juan.

El templo se distribuye en tres naves mediante arcos agudos sostenidos por columnas dóricas, con escudos del marquesado en sus enjutas. Ante un amplio arco apuntado, con una cenefa de bolas llamado perlado abulense, se abre la capilla mayor que forma bóvedas góticas de principios del siglo XVI.

El retablo de estilo barroco, muestra las escenas bíblicas de la Anunciación, Visitación, Bautismo de Cristo y la Degollación de San Juan, además de las imágenes de San Pedro, San Pablo, San Estanislao de Kostka y San Luis Gonzaga. En el centro se encuentra San Juan Bautista y, en lo alto, el crucifijo que estuvo en el Convento de Santo Domingo y San Pablo. Su autoría se debe al escultor toledano Juan Gómez Lobo.

Sobre un altar lateral, se encuentra el Cristo de la Salud, una hermosa talla del escultor Aniceto Marinas, en evocación de otra del siglo XVI y que fue quemada durante la Guerra Civil. Manuel Delgado Barreto vino a Las Navas del Marqués con sus dos hijas convalecientes en grave enfermedad y desahuciadas por los médicos. Desesperanzado y dolorido, penetró en el templo y cayó de rodillas frente al Cristo. Nadie sabe cuál fue su promesa, pero desde aquel día visitaba todas las tardes el templo. Sus hijas sanaron y al año siguiente don Manuel pidió costear la restauración de la imagen. El Obispo de la Diócesis de Ávila tiene concedidas indulgencias por cada oración que se rece ante el altar del Santísimo Cristo de Gracia. En la capilla cercana la Virgen de la Paz se sitúa encima del Sagrario. En el coro, hay un espléndido órgano del siglo XVII.

Las fachadas, la torre y el atrio de la iglesia manifiestan las alteraciones artísticas de que fueron objeto durante su larga historia.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Ermita del Santísimo Cristo de Gracia.

La ermita del Santísimo Cristo de Gracia es un templo situado en la villa abulense de Las Navas del Marqués.

Sin un estilo artístico concreto, se considera que la primitiva ermita es de finales del siglo XV, aunque existe una lápida dedicada a la Virgen María por la Juventud de Las Navas fechada en 1553. Se dotó desde muy antiguo de fundaciones y Capellanías, se afirmó que fue erigida a instancias del gremio-cofradía de los ganaderos, bajo la advocación del Cristo de Gracia, convertido luego en Patrón de la Villa.

El escultor Aniceto Marinas realizó, e hizo donación, en 1948, de la artística imagen que, desde su capilla, es sacada en procesión durante las fiestas patronales y a la que lugareños y visitantes rinden fervosa devoción. Las mismas son conmemoradas la segunda semana del mes de Julio.

Las obras de ampliación llevadas a cabo entre 1978 y 1981, supieron respetar, fielmente, el vivo recuerdo de los naveros, por su tradicional Ermita del Cristo de Gracia. En el verano de 2009, se recuperó el camarín del cristo que fue restaurado, creándose un ambiente que invita a la oración y el recogimiento.

Ermita de San Antonio.

Atalaya-Mirador de Eiffel.

La Atalaya-Mirador es una torre metálica situada en Las Navas del Marqués, provincia de Ávila, España. Construida en 1873​ en hierro y madera;​ su autoría se ha atribuido en los últimos años por error a Gustave Eiffel. Su construcción fue ordenada por la Duquesa de Medinacelli.​ Ha sido empleada como atalaya forestal.

(01/09/2018)

402. Dedal PEDRAZA // PEDRAZA´s Thimble

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Dedal Cerámica Pedraza (Segovia).

En mi publicación de hoy, volvemos a un pueblo de la provincia de Segovia, al cual hemos hecho una visita ya hace unos añitos, y del cual me traje algunos dedales, y tengo aún alguno que otro por enseñaros. Este es el pueblo de Pedraza, un pueblo que está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. El dedal es un dedal de cerámica y como podéis ver tiene una panorámica de diferentes edificios del pueblo. Os dejo información sobre este municipio.

Pedraza es una localidad y municipio de la provincia de Segovia, situado a 37 km al nordeste de Segovia capital y con una población residente de 388 personas (INE 2017). Se trata de una villa medieval amurallada, cuya cuidada rehabilitación motivó su declaración como Conjunto Histórico en 1951.​ El municipio se compone de Pedraza y de las localidades de Rades de Abajo y La Velilla.

Historia.

Su nombre parece derivar de la Pretaria romana, aunque los primeros datos históricos se remontan a Don Fernando Gómez de Albornoz, comendador mayor de Montalbán, que fue nombrado por el rey Enrique II de Castilla Señor de Pedraza. Posteriormente pasó a manos de la familia Herrera y a finales del siglo XV pasó a los condestables de Castilla por el matrimonio entre Doña Blanca Herrera y Don Bernardino Fernández de Velasco. Se mantuvo en estas manos hasta que en el siglo XIX se abolieron los señoríos. Los condestables se asentaron allí, siendo el lugar sitio de paso para grandes personalidades, como artistas, nobles y monarcas. En el siglo XVI y XVII tiene lugar la época de mayor esplendor del pueblo, y es de cuando datan la mayor parte de casas y palacetes. Esta prosperidad fue debida, entre otras cosas, a la exportación hacia el norte de Europa de la lana de sus rebaños de ovejas merinas y a sus excelentes tejidos, capaces de competir con los mejores que se elaboraban en Flandes.

La configuración geográfica de Pedraza favorece un asentamiento temprano; hay indicios de población prehistórica en los valles que arropan al río Cega y se han encontrado restos junto a la actual explanada del castillo de cerámica hecha a mano que hacen suponer que la propia roca donde hoy se asienta Pedraza estaba ya habitada hacia el S. IV A.C. por un núcleo de población celtibérica. Posteriormente, hay certeza de una ocupación en época romana, incluso existe una teoría que sitúa el origen del emperador Trajano en Pedraza.

Pero hemos de dar un salto a la Edad Media, para encontrar datos más fiables; en el siglo XI se produce la Reconquista definitiva y queda definida la frontera entre Castilla y Al-Andalus. Es entonces cuando aparecen las llamadas Comunidades o Universidades de Tierra, a través de los cuales se realizó la colonización y repoblación de las tierras reconquistadas. Se trataba de concejos comuneros que eran la federación de varios municipios enmarcados dentro de una cierta unidad geográfica, histórica y cultural que se autogobernaban, reclutaban tropas, recaudaban tributos y administraban justicia a sus ciudadanos no teniendo que responder ante el rey o señor más que en última instancia. La Comunidad de la Villa y Tierra de Pedraza abarca hoy 18 municipios y funciona como una institución administrativa de su patrimonio comunal.

Desde mediados del s. XIV, Pedraza fue dominio señorial situación que se mantuvo hasta comienzos del s. XIX en que los señoríos fueron abolidos. D. Bernardino Fernández de Velasco, Condestable de Castilla y primer duque de Frías obtiene el señorío de Pedraza en el s. XV a través de una dote matrimonial. Con ello, Pedraza pasa a ser residencia de varios señores de la poderosa Casa de Velasco, condestables de Castilla desde mediados del s. XV a mediados del XVI. A partir de la llegada de los Velasco, la villa comienza a llenarse de casas nobles cubiertas de blasones. Además los ganaderos más ricos acuden a avecindarse en la villa, pues ello les da derecho a que sus ovejas merinas pasten en prados comunales.

Los s. XVI y XVII corresponden a la época de mayor esplendor de Pedraza, gracias a la cabaña de ovejas merinas y al Honrado Concejo de la Mesta, una tupida red de cañadas para facilitar el tráfico ganadero que llegó a controlar tres millones de cabezas. Los talleres segovianos se hicieron famosos en toda Europa y la lana castellana abastecía talleres de Brujas y Florencia; en La Velilla aún en el s. XIX subsistían un lavadero de lanas y dos batanes.

En el s. XVIII comienza a apuntarse una decadencia que se acentuará de forma brusca en el s. XIX como consecuencia de la crisis ganadera que afectará a toda la meseta. Además se produce la abolición del antiguo régimen señorial de 1811 en las Cortes de Cádiz, uno de los cuales era el ejercido en Pedraza por el Duque de Frías. Por otro lado, se abre paso a una transformación de los antiguos lugares de la Comunidad de la Tierra en concejos con Ayuntamiento propio, con lo que Pedraza queda en pie de igualdad con respecto a los municipios de su Tierra.

Como consecuencia del proceso de despoblación del campo que marca los inicios del s.XX y que continuará agravándose hasta bien pasada su primera mitad, las casas quedan abandonadas expuestas a la ruina y se venden a bajo precio. Éste es el factor que contribuyó a dar un giro a la situación, a que se produjera el golpe de péndulo al retorno, que en Pedraza se inició en los años sesenta consolidándose ya en los ochenta; La gente de la ciudad compraba y restauraba casas para convertirlas en segunda residencia, y ese flujo cada vez mayor de urbanitas que llegan a la zona en fines de semana y festivos impone un esquema y un ritmo económico diferentes a los tradicionales.

El pulso inusitado recuperado por Pedraza es un mérito reconocido recientemente por la fundación internacional Europa Nostra, que en 1996 concedió a Pedraza un diploma “por la recuperación de la vida de esta Villa Medieval amurallada, mediante una respetuosa rehabilitación de sus viejos edificios, con la frecuente colaboración de la iniciativa privada”.

En este dedal, podemos ver una panorámica de este pueblo, que está compuesta por las siguientes edificaciones:

Ayuntamiento.

Puerta de la villa.

La puerta de la villa es el único acceso a Pedraza, y por tanto es utilizada como entrada y como salida única del pueblo. Sus orígenes se remontan al siglo XI, y fue reconstruida en el siglo XVI siendo señor de Pedraza Íñigo Fernández de Velasco, cuyo escudo preside la entrada. Los portones son de madera de álamo negro y durante varios siglos eran cerrados durante la noche impidiendo la entrada o salida de cualquier persona salvo emergencia; en tal caso era el carcelero el responsable de abrir la puerta.

Iglesia de San Juan Bautista.

Una iglesia construida en estilo románico, posteriormente remodelada con detalles barrocos.

Situada en la Plaza Mayor de Pedraza, la Iglesia de San Juan Bautista, aún nos deja apreciar restos de su antiguo románico, como su altiva torre de doble arquería en su cima. El antiguo estilo románico sufrió un revestimiento barroco que ha dotado al interior del templo de un singular encanto.

Merece destacar la pila bautismal, ya que es una importante pieza del S. XIII.

Castillo.

El castillo de Pedraza es una fortaleza construida en el siglo XIII que se reedificó en el siglo XV por García Herrera. A principios del siglo XVI los Duques de Frías, Condestables de Castilla, reformaron el castillo de nuevo, añadiéndole el gran muro defensivo adherido a la torre del homenaje y el muro exterior dotado de cañoneras y un puente levadizo (hoy desaparecido). El castillo cuenta con una imponente torre del homenaje, foso, y está rodeado en la mayoría de su perímetro por un precipicio.

En esta fortaleza estuvieron prisioneros dos hijos del rey Francisco I de Francia, el delfín Francisco III de Bretaña y su hermano menor que reinó como Enrique II de Francia. Habían sido entregados por su padre como rehenes al Emperador Carlos I de España. Para liberarlos, el rey francés debía cumplir los acuerdos del Tratado de Madrid, de 1526, firmado tras la derrota del ejército de Francisco I en la batalla de Pavía, donde fue hecho prisionero. En el castillo de Pedraza permanecieron durante dos años, hasta marzo de 1530, cuando por la Paz de las Damas fueron devueltos a Francia. Anteriormente habían estado en los castillos de Villalba, Villalpando y Berlanga de Duero y una corta etapa de descanso en Castilnovo. Al igual que Pedraza, todas estas fortalezas pertenecían a la familia Fernández de Velasco, Duques de Frías y Condestables de Castilla. La documentación sobre estos hechos se conserva en el Archivo General de Simancas.

En 1926, el pintor Ignacio Zuloaga adquirió el castillo y lo restauró severamente, instalando allí un taller. Los herederos del pintor adaptaron una de las torres para la exposición al público de una parte de la obra del artista.

(18/12/2016)

395. Dedal EL TIEMBLO // EL TIEMBLO´s Thimble

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Dedal porcelana El Tiemblo (Ávila).

Aquí os traigo un nuevo dedal, mientras que dure la cuarentena, y no podamos salir de casa a ver si os voy enseñando un dedal por día, porque la verdad que tengo unos pocos sin subir al blog, aunque creo que no me van a llegar los días para enseñaros todos los dedales que tengo en el tintero y sin subir al blog, jejeje. Este nuevo dedal me lo traje de una visita que hicimos el año pasado al municipio de El Tiemblo, en la provincia de Ávila. La tienda en la cual conseguí este dedal se llama «Don Dino, Regalos Navas», y la podéis encontrar en la Calle Generalísimo Franco del municipio.

El Tiemblo es una localidad y un municipio de España perteneciente a la provincia de Ávila, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Está situado al sureste de dicha provincia, en la comarca de Burgohondo-Cebreros-El Tiemblo. En 2017, el municipio tenía 4143 habitantes.

Historia.

Edad Media
Aunque la conquista del territorio del valle del Alberche por los cristianos se inició en el siglo XI​ y la repoblación durante el siglo XII a partir de la conquista de Toledo en 1085, durante todo el siglo XII la zona fronteriza se mostró inestable y permeable a ataques musulmanes.​ Solamente a partir de comienzos del siglo XIII y de la Batalla de Navas de Tolosa se consolidó verdaderamente el esfuerzo repoblador en la Transierra castellana. El valle del Alberche fue aprovechado junto con el del Tiétar por el concejo de Ávila para extenderse al sur del sistema central aprovechando sus montes y riqueza forestal.​ A mediados del siglo XII aparecieron en el valle del Alberche varios monasterios alrededor de núcleos de población ya existentes. En 1193 el monarca Alfonso VIII fijó los límites entre la tierra de Ávila, la de Segovia y la de Valdeiglesias empleando el río Alberche como frontera, junto al Tiétar. En el Libro de la Montería de Alfonso XI se cita a la «sierra de Eruelas situada sobre Santa María del Tiemblo como buen monte de oso».​ Hacia 1378 se fundó el monasterio de San Jerónimo de Guisando, en un territorio ya repoblado con anterioridad.​ En el año 1445 Álvaro de Luna recibió de parte de Juan II la villa del Tiemblo,​ previo paso de la segregación de esta del concejo de Ávila el 2 de Julio de 1445, obteniendo esta su privilegio de villazgo. En 1453, El Tiemblo, junto a Cebreros, regresó temporalmente a la jurisdicción de Ávila.​ En 1481 los Reyes Católicos dispusieron la transferencia del territorio de la sierra de Iruelas del concejo de El Tiemblo al de Ávila.​

Edad Moderna
En 1626, en tiempos de Felipe IV la localidad fue de nuevo traspasada por Ávila a Enrique Dávila y Guzmán. Contaba por aquel entonces con aproximadamente 250 vecinos.

En este dedal podemos ver algo de su Patrimonio histórico-artístico.

Toros de Guisando.

Los Toros de Guisando son un conjunto escultórico vetón que se ubica en el cerro de Guisando, al lado de la Cañada Real Leonesa Oriental, en el término municipal de El Tiemblo, en la provincia de Ávila (España).

Se datan entre los siglos IV y III antes de Cristo, durante la Edad del Hierro,​ aunque de forma incierta por la falta de contexto arqueológico.

Se trata de cuatro (cinco hasta el año 1548 que se sepa) esculturas realizadas en granito que representan cuadrúpedos, identificados como toros o verracos (cerdos sementales), con preferencia a la suposición de que se trata de toros, ya que algunas de las piezas presentan, en la cabeza, oquedades consideradas para la inserción de cuernos.

Las cuatro esculturas se encuentran costado contra costado, formando una línea en dirección norte-sur y todas ellas mirando hacia el oeste, a la loma del cerro de Guisando, del que reciben su nombre, dejando a sus espaldas el arroyo Tórtolas, frontera natural que separa las comunidades de Castilla y León y Madrid.

Los cuatro se encuentran esculpidos en granito y tienen una longitud entre 264 y 277 centímetros y entre 129 y 145 cm de altura. Disponen de base. En dos de ellos se aprecian inscripciones en latín.

La importancia de la ganadería para la subsistencia del pueblo vetón hace suponer que estas estatuas eran protectoras del ganado, aunque esta es solamente una de las muchas teorías planteadas en torno a la función de estas esculturas. Localizados en el término municipal de El Tiemblo, en Ávila, los cuatro Toros de Guisando son una de las mejores manifestaciones artísticas de la España pre-romana. Estas figuras fueron realizadas entre los siglos IV y I antes de Cristo, en plena Edad del Hierro.

Durante esta etapa, el pueblo de los vetones está asentado en las provincias actuales de Badajoz, Cáceres, Salamanca y Ávila. Pueblo fundamentalmente ganadero, los vetones se establecían en lugares en los que abundaba el agua y el pasto para sus rebaños. El ganado -vacas, toros, cerdos- y la caza -jabalíes-, les procuraba carne, leche, cuero y estiércol, productos de importancia vital. De ahí que erigiesen toscas representaciones, llamadas verracos, de cerdos, jabalíes y toros, como estas de Guisando. Realizadas en bloques de granito, las cuatro figuras, de más de dos metros y medio de largo, miran alineadas hacia el atardecer y al cerro del que toman nombre, estando situadas en la margen izquierda del arroyo Tórtolas. Aunque poco elaboradas, algunas de ellas dan muestra de un incipiente realismo, pues poseen agujeros para insertar los cuernos y unos suaves surcos paralelos que indican los pliegues del cuello del animal. La gran duda que nos queda acerca de estos cuatro enigmáticos verracos es su función, pues pudo tratarse de esculturas con fines religiosos o funerarios, o bien ser protectoras de los rebaños, dotadas de una finalidad mágica o bien como simples hitos en las cañadas o marcadores territoriales.

Toda posible especulación se encuentra con la dificultad de falta de contexto arqueológico, tanto en este caso como en otros verracos de la zona.

Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.

La torre de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción fue construida en el siglo XV. Las figuras escultóricas del interior de la iglesia datan de los siglos XV y XVI.

Ermita de San Antonio.

También es destacable la ermita de San Antonio, patrón de la población, muy famosa al ser visitada por gentes de otros lugares, sobre todo de Toledo. Esta costumbre continúa manteniéndose en la actualidad, así como el ser el lugar elegido para celebrar muchos matrimonios.

Edificio del Ayuntamiento.

El Ayuntamiento es de estilo neoclásico construido en el siglo XVIII. En la placa que aparece en su frontal se indica «Reinando Carlos III, se hizo esta obra a costa de los propios de esta Villa. Año 1773″. Fue restaurado en el año 2000.

(27/07/2019)

392. Dedal LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO // LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO´s Thimble

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Dedal de porcelana de La Granja de San Ildefonso (Segovia).

El dedal que os quiero enseñar en esta ocasión, es un dedal de porcelana que me he traído de una visita que hemos realizado ya hace un tiempo al municipio de La Granja de San Ildefonso, en la provincia de Segovia. A continuación, os hablaré un poco de este municipio y del palacio que se encuentra dentro de sus límites.

El Real Sitio de San Ildefonso es un municipio español perteneciente a la provincia de Segovia (comunidad autónoma de Castilla y León, España). El municipio comprende, por orden de número de habitantes, las poblaciones de La Granja de San Ildefonso, La Pradera de Navalhorno, Valsaín y Riofrío, dónde está situado el Palacio Real de Riofrío.

Se encuentra situada a 11 km de Segovia capital, al pie de las montañas del sistema Central, que separa la provincia de Segovia de la de Madrid (ciudad de la que dista 76 km por el puerto de Navacerrada y 80 km por el túnel del puerto de Guadarrama).

Destacan entre sus monumentos el Palacio Real, sus jardines con sus fuentes, así como la Real Fábrica de Cristales (fábrica de vidrio de gran importancia histórico-monumental) que en la actualidad alberga la Fundación Centro Nacional de Vidrio (Museo del Vidrio y Escuela-Taller de Vidrio) y el instituto de la localidad, I.E.S. Peñalara; así como el Parador Nacional, sito en la Casa de Infantes y fundado en 2007.

Además destacan las numerosas rutas de senderismo por la sierra de Guadarrama que se pueden realizar partiendo desde La Granja o desde Valsaín, así como los hermosos parajes que se pueden disfrutar recorriéndolos.

Fue residencia de verano de los Reyes. Allí se firmaron los Tratados de San Ildefonso.

Historia.

La historia de esta población está íntimamente vinculada a la de su Palacio Real. Ya existía antes de la construcción de dicho palacio otro en la cercana población de Valsaín. Por lo tanto, este municipio ha contado con un palacio desde la dinastía Trastámara, ya que Enrique IV de Castilla fue quien fundó el palacio de Valsaín, en principio, concebido como refugio de caza. Este palacio formó parte de las residencias palaciegas de Felipe II, en donde se celebraron los festejos nupciales, tras casarse este rey por cuarta vez en el Alcázar de Segovia. Este palacio, ahora en ruinas, tuvo el privilegio de ser el primer palacio de todos los Reales Sitios. También fue en Valsaín en donde Felipe II pensó construir un monasterio, que finalmente se construyó en la por entonces de San Lorenzo de El Escorial.

Este palacio tuvo varios incendios y reconstrucciones que modificaron su estructura. Pero tras el incendio de 1697 que lo destruyó significativamente, reinando Carlos II de España, finalmente se abandonó para construir otro nuevo en las inmediaciones de la población de Valsaín, pero al gusto de la nueva dinastía, Borbón, que acababa de llegar al trono de España con el rey Felipe V de España. El emplazamiento que se eligió fue cerca de un coto de caza real, que gran parte del mismo quedó dentro del recinto palaciego. Cerca de este coto existía un pequeño monasterio dedicado a San Ildefonso, cuyos monjes llevaban una hospedería, una granja y varias huertas con árboles frutales para su propio sustento.

El origen de este monasterio fue la cesión de unos terrenos en 1477 por parte de los Reyes Católicos a los monjes jerónimos del monasterio del Parral en Segovia. La ermita de este monasterio se conserva actualmente dentro de las murallas del Palacio. Estas obras comenzaron en 1721 y continuamente, hasta prácticamente la actualidad se han ido añadiendo distintos elementos o se han modificado las infraestructuras.

Así por lo tanto, Valsaín al no tener ya el palacio fue perdiendo importancia respecto a la nueva población que estaba surgiendo con el nuevo palacio. Si no ha llegado a desaparecer la población, ha sido gracias a la actividad de corta de árboles en el pinar y el aserradero del cercano núcleo urbano (a menos de 1 km) de La Pradera de Navalhorno. En cambio, a medida que se iba construyendo el nuevo palacio, el núcleo urbano iba creciendo a medida que se iban necesitando más empleados en el palacio, tanto para su construcción y mantenimiento, como para dar servicio dentro del mismo.

También se creó en esta población la Real Fábrica de Cristales en 1727, con el objetivo de disminuir las importaciones y por tanto los costes de las piezas de cristalería de lujo, a la vez que se protegía la manufactura nacional. El proyecto fue impulsado por Ventura Sit con el apoyo de la Corona, quien instaló un pequeño horno para vidrios planos, los cuales servirían para realizar ventanas o grandes espejos. Posteriormente, se construyó el actual edificio por el aparejador real Joseph Díaz (Gamones), con una superficie total de 25.000 m². En esta fábrica se realizaron importantes piezas de vidrio que se exportarían por toda Europa, compitiendo con las fábricas más importantes del momento.

Con la llegada de Carlos III de España, la población tomó un nuevo impulso. Algunas de las medidas que tomó fueron reordenar el casco urbano y delimitar éste con una muralla, ampliando la muralla ya existente del Palacio Real. También saca fuera del casco urbano el cementerio, siendo esta población la primera en España que realiza este cambio. Además la fábrica, en su momento de esplendor, impulsó aún más el crecimiento de la población.

Algunos acontecimientos históricos que sucedieron en La Granja fueron la boda entre Carlos IV de España y María Luisa de Parma, las firmas de los tratados de San Ildefonso de 1777, 1796 y 1800, la derogación de la Ley Sálica mediante la promulgación de la Pragmática Sanción de 1789 por Fernando VII justo antes de morir, la sublevación de los sargentos de la guarnición del Palacio en 1836 que obligó a la regente María Cristina de Borbón a restablecer la Constitución de 1812, el nacimiento de don Juan de Borbón en el palacio, etcétera.

A finales de Mayo de 1937, durante la Guerra civil española, en las cercanías de La Granja tuvo lugar la Ofensiva de Segovia. Las tropas republicanas de la 21.ª Brigada Mixta estuvieron a punto de tomar la localidad y el palacio real, pero la intervención de los regulares marroquíes frustró la operación.

Actualmente la población de Real Sitio de San Ildefonso vive del turismo que genera el Palacio Real y el Museo del Vidrio, así como de las actividades para el mantenimiento de los mismos. Pero también crea puestos de trabajo la nueva fábrica de vidrio (construida en los años 70 del siglo XX), las maderas del pinar del Valsaín, y cada vez más del turismo rural gracias a los montes de la sierra de Guadarrama y la monta de caballos.

Palacio Real de la Granja de San Ildefonso.

El Palacio Real de la Granja de San Ildefonso es una de las residencias de la familia Real Española y se halla situado en la localidad segoviana de Real Sitio de San Ildefonso. Está gestionado por Patrimonio Nacional y se encuentra abierto al público.

Su nombre proviene de una antigua granja que los monjes jerónimos del monasterio de El Parral tenían en las inmediaciones. En 1719 el rey Felipe V mandó construir una capilla en sus alrededores, «sin demoler cosa alguna de lo antiguo»,​ lo cual explica, según Eugenio de Llaguno en su Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su Restauración, publicada treinta años tras su fallecimiento por Juan Agustín Ceán Bermúdez en 1829, «su irregularidad»​ y el hecho de que sea «un conjunto de añadiduras».

Historia.

Antecedentes históricos.

La vertiente septentrional de la sierra de Guadarrama fue durante la Edad Media lugar de caza reservado para los reyes de Castilla, quienes la frecuentaban dada su riqueza cinegética y su proximidad a la ciudad de Segovia. Según crónicas de la época, el primer refugio real de monteros (conocido como Casa del Bosque) fue mandado construir por el rey Enrique III en el pueblo de Valsaín, el rey Enrique IV construyó un albergue y una pequeña ermita dedicada al arzobispo San Ildefonso. En 1477 los Reyes Católicos donaron la ermita y el albergue con extensiones de tierra a la congregación de los monjes jerónimos del Monasterio del Parral en Segovia. Estos monjes hicieron pequeñas reformas y se trasladaban en los meses de verano cuando el aire fresco de la Sierra era más agradable que en Segovia. Esta granja, lugar de meditación y recreo de los monjes del Parral, fue el origen del pueblo y de ella tomó el nombre. El rey Felipe II realizó la última reforma y convirtió el edificio en un suntuoso palacio que sirvió de residencia a sus sucesores hasta Carlos II, en tiempo del cual un gran incendio destruyó la parte de poniente en 1682.

Construcción.

El duque de Anjou nació en Versalles (Francia) en 1683 y se crió en la corte de su abuelo Luis XIV. De carácter introvertido, era afable e inteligente y muy aficionado al ejercicio físico. En 1700, cuando cumplió 17 años, se convirtió en Felipe V (el Animoso), rey de España y de las Indias.

El monarca frecuentaba los reales montes de Valsaín, cazando en compañía de la reina y del duque del Arco, hacia 1718. Se enamora del paisaje y de la riqueza cinegética de la zona, y decidió levantar un palacio en el lugar en que se encontraba la ermita de San Ildefonso, para lo cual compró a la comunidad de monjes del Parral la granja-ermita, la hospedería y terrenos circundantes. El rey que, parece, quiso imitar la vida de Felipe II, acabó demostrando que había sido educado en la corte de Luis XIV y lo que pudiera haber sido otro Palacio de El Escorial, acabó siendo una copia de Versalles.

Teodoro Ardemans,​ maestro mayor del Real Palacio y de la Villa de Madrid, fue el encargado de realizar los planos y el proyecto del nuevo palacio. La fecha de iniciación de las obras es 1721.​ La ejecución de la obra se encargó al aparejador Juan Román. Prácticamente al unísono de la obra arquitectónica comienza el trazado y construcción de los jardines bajo la dirección del escultor René Carlier y del jardinero Esteban Boutelou I. Los movimientos de tierra fueron dirigidos por el ingeniero Étienne Marchand que, además, se hizo cargo de la dirección de las obras en 1725. De las fuentes y estatuas se encargó un grupo de relevantes escultores, entre los que destacaron René Frémin, Jean Thierry, Hubert Demandré, Pedro Pitué, Santiago Bousseau, etc.

El trazado y diseño de los jardines corresponde al estilo clásico francés, cuyo creador fue Le Nôtre, autor de los jardines de Versalles. Las esculturas de las fuentes se pensó en un principio realizarlas en bronce pero, debido a problemas económicos, se decidió finalmente realizarlas en plomo, estableciéndose la fundición en el palacio de Valsaín. A partir de 1724, el Real Sitio comienza a adquirir su máximo esplendor, pues ya no es un palacio más de la geografía española sino que pasa a ser la residencia veraniega del rey de España, con su correspondiente corte.

El Palacio tras Felipe V.

El rey Felipe V muere el 9 de Julio de 1746 y fue enterrado en la Colegiata. Isabel de Farnesio, durante el reinado de su hijastro Fernando VI, se retiró a San Ildefonso. La reina, italiana, encargó a paisanos suyos, bajo la supervisión del pintor y arquitecto Andrea Procaccini, una ampliación del palacio. Así, entre 1727 y 1737, se añade los dos patios abiertos,​ uno de los cuales, el llamado Herradura, es actualmente la principal entrada al palacio.​ La reina murió el 11 de Julio de 1776 recibiendo sepultura, como su esposo, en la Colegiata y no en la cripta real del Escorial por su propia decisión.

Durante el reinado de Carlos III el Real Sitio adquirió su ordenación definitiva. Durante los siglos XVIII y XIX, el Palacio de San Ildefonso fue la residencia de verano de los Borbones y en él se celebraron hechos relevantes de la historia de España: la boda de Carlos IV con María Luisa de Parma; la firma del Tratado de San Ildefonso entre España y Francia, el ministro Calomarde consigue durante la agonía de Fernando VII que se derogue la pragmática sanción decretada por Carlos IV a petición de las Cortes de 1789; los sargentos sublevados de la guarnición, obligan a María Cristina de Nápoles a proclamar la Constitución de 1812. Fue asimismo lugar de recepción de embajadas, nacimiento y bautizo de infantes, entre ellos el de la infanta Isabel (La Chata) y el de D. Juan, padre de Juan Carlos I.

Sufrió un devastador incendio el 2 de Enero de 1918​ que afectó a la techumbre de todo el palacio y a la Casa de Canónigos, quedando destruidos los frescos que decoraban los techos de la planta alta, algunas lámparas de cristal y bronce, muebles y las riquísimas telas que adornaban las paredes de los salones de esta planta.

En la planta baja de este palacio se exhibía la colección de esculturas de la reina Cristina de Suecia, y que reunió en su exilio en Roma tras su abdicación al trono. Fueron adquiridas por Felipe V y realzadas con peanas, que aún subsisten en los espacios originales. Las esculturas fueron trasladadas en el siglo XIX al Museo del Prado y reemplazadas por reproducciones en escayola.

(18/02/2018)