El dedal que os quiero enseñar en esta entrada, es un dedal que me traje de recuerdo de mi visita a la ciudad de Talavera de la Reina.
Talavera de la Reina es un municipio y ciudad de España, en la provincia de Toledo, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Ubicada al noroeste de la comunidad autónoma, la ciudad propiamente dicha se extiende por la margen oriental del río Tajo,1314 a unos 4 km al oeste de la desembocadura del río Alberche, que también se encuentra dentro del término municipal.
Es el municipio más poblado de la provincia, y el segundo de la comunidad autónoma, solo superado por Albacete.
Es el centro de un área funcional urbana ubicada en el occidente de la provincia de Toledo. Atrae también en el ámbito económico y de servicios a localidades del valle del Tiétar —en el sur de la provincia de Ávila—1819 y del nordeste de Extremadura. El municipio es cabeza de uno de los partidos judiciales más poblados de la provincia.
Se encuentra integrada dentro de la Ley de Medidas para la Modernización del Gobierno Local, más conocida como Ley de Grandes Ciudades de España (Ley 57/2003, de 16 de diciembre).
Entre las fiestas celebradas en la ciudad destaca la de Las Mondas, pervivencia cristianizada de la fiesta primaveral romana en la que se rendía culto a Ceres, diosa de la agricultura.
El añadido al nombre de la ciudad —»de la Reina»— se remonta al 24 de Junio de 1328, fecha en la que el rey Alfonso XI de Castilla a los diecisiete años de edad contrajo matrimonio con su prima de quince, María de Portugal y le regaló entre otras cosas esta ciudad. Durante el período de la Segunda República esta denominación se modificó y pasó a apellidarse «del Tajo».
Su elemento físico más característico es el río Tajo, barrera geográfica que en el pasado solo podía ser salvada en escasos lugares. En uno de ellos se levantó la fortificación defensiva que supuso el origen de lo que actualmente es su espacio urbano.
Tito Livio, a propósito de Quinto Fulvio Flaco, quien en 181 a. C. hubo de hacer frente a una coalición de pueblos de la región, y Plinio el Viejo (Nh., 4.118) mencionando el gentilicio de sus habitantes, se refieren a Caesarobriga, municipio estipendiario de la Lusitania. De la raigambre prerromana sugerida por el sufijo céltico en -briga se conoce poco. Se sabe que fuentes medievales árabes citan el lugar de Talabira —que corresponde a un topónimo también de raíz céltica, del tipo de Talabara o de Talabriga, asociable además al nombre de una Ebora que está por la misma zona— que aparece en una descripción geográfica de la mitad del siglo X y en las crónicas antiguas se nombra en 713, momento de la expansión y conquista árabe de la Península Ibérica. En el Cronicón Emilianense, del año 883, aparece Talabayra, antigua sede episcopal dentro de la provincia de Lusitania. En el libro Descripción de España de Xerif Aledris, en 1153, se nombra Talbira.
La etimología del topónimo es confusa y, por consiguiente, objeto de especulaciones e hipótesis. Existen diversas teorías sobre la procedencia del nombre de la población. Según algunos, el vocablo Talavera se compone de Tala —pueblo— y Libura, ciudad carpetana mencionada por Ptolomeo que posteriormente se cita como Talabura. Otros afirman que es la unión de Tala —ciudad— con Vera, comarca vecina del noreste de Cáceres al pie de la sierra de Gredos. La argumentación más plausible es la que se refiere al río Tajo, situando el nombre de Talavera como primitivo hidrónimo. Aunque hay distintas propuestas etimológicas, todo señala a que Talavera tenga su étimo en el antiguo topónimo prerromano Talabara, que se puede interpretar como «frente a, junto a Bara». Ese Bara quizás sea en origen el nombre del río, que denomina a la población por la que pasa. Los topónimos con las formas Tala o sus derivados son primariamente hidrónimos por tres razones: la alta proporción de ocasiones en que efectivamente lo son, la frecuencia con que los otros están a orillas de cursos fluviales —sería el caso— y además porque los sufijos utilizados en esas palabras son característicos de la hidronimia paleoeuropea. Así, E. Bascuas ha interpretado este topónimo como derivado de la base paleoeuropea *tal-, derivada de la raíz hidronímica indoeuropea *tā- «derretirse, fluir».
En cuanto al distintivo «de la Reina», este data de la Edad Media, tras la concesión en 1328 de la ciudad por parte del rey Alfonso XI a su consorte María de Portugal como regalo de boda.
Este dedal lo compré en una de las tiendas de cerámica que se pueden encontrar en la ciudad, esta se llama «Cerámicas Bermejo» y la podemos encontrar en la Avenida de Portugal de la ciudad.
(09/04/2017)