Dedal Madera Amberes (Bélgica).
El dedal que os quiero enseñar en esta ocasión, es un dedal de madera, que me trajo mi amiga Nuria, de su visita a la ciudad de Amberes que realizó durante su estancia en Bélgica.
Amberes (en neerlandés, Antwerpen; en francés, Anvers), antiguamente conocida como Antuerpia, es una ciudad situada en Bélgica, la capital de la homónima provincia de Amberes, en Flandes. Tenía 520.504 habitantes en 2017, que la hacen la ciudad más poblada del país, y con 1,2 millones de la región metropolitana, la segunda más populosa después de la de Bruselas. El área metropolitana comprende 1449 km².
Amberes está a orillas del río Escalda, vinculado al mar del Norte por el estuario del Escalda Occidental (Westerschelde). Se encuentra a 40 km al norte de Bruselas, y a unos 15 km al sur de la frontera con los Países Bajos. El puerto de Amberes es uno de los más grandes del mundo, el segundo de Europa y entre los 20 primeros a nivel mundial. La ciudad es también conocida por su industria del diamante y por el comercio.
A principios del Renacimiento la ciudad pertenecía a los Países Bajos Españoles. El siglo XV marcó el inicio del desarrollo económico de la ciudad, que se convirtió en uno de los centros comerciales más importantes del norte de Europa (a mediados del siglo XVI, los impuestos recaudados por la Corona española en el puerto de Amberes igualaban a los ingresos por las minas de plata de Potosí). Tanto económica como culturalmente, Amberes fue durante mucho tiempo una ciudad importante, especialmente antes y durante la Furia Española (1576) y posteriormente a lo largo y después de la revuelta holandesa. Amberes también fue el lugar en que se habilitó el edificio de bolsa más antiguo del mundo, construido originalmente en 1531 y reconstruido en 1872. En Amberes también se editaron los primeros mapas impresos en planchas de cobre. El iniciador de este tipo de cartografía en 1570 fue Abraham Ortelius.
Los habitantes de Amberes son apodados Sinjoren, a partir del título honorífico español de señor o del francés seigneur, en referencia a los nobles españoles que gobernaron la ciudad en el siglo XVII. La ciudad fue sede de los Juegos Olímpicos de 1920. Para conocer el origen del nombre de la ciudad hay que recurrir a su nombre en neerlandés, «Antwerpen». «Ant» significa «mano», y «werpen» significa «lanzar». Cuenta la leyenda que en el río Escalda (el que pasa por Amberes) vivía un gigante que cobraba un peaje a los barcos por pasar por el río. A los capitanes de los barcos que no pagaban, el gigante les cortaba la mano y la tiraba al rio, sembrando el terror de las gentes. Finalmente, un soldado romano, llamado Silvius Brabo, cansado del poder que el gigante ejercía, decidió cortarle la mano y arrojarla al río, dándole a probar de su propia medicina.
Historia.
Origen del nombre.
Según el folklore, en particular celebrado por una estatua en frente del ayuntamiento en la plaza Mayor (Grote Markt), la ciudad habría sido nombrada por una leyenda sobre un gigante llamado Antigoon que viviría cerca del río Escalda. Cobraría un peaje a los barqueros que pasasen, y a aquellos que se negasen a pagarlo, les cortaría una de sus manos y las arrojaría al río. Finalmente el gigante sería asesinado por un joven héroe llamado Silvius Brabo, que habría cortado la mano del gigante y la arrojaría al río. De ahí el nombre Antwerpen, del neerlandés hand werpen, similar al antiguo inglés hand y wearpan (lanzar), que habría evolucionado al actual warp.
Otra teoría sostenida desde hace mucho tiempo quiere que el nombre se originaría en el período galorromano y provendría del latín antverpia. Antverpia vendría de Ante (antes) Verpia (deposición, sedimentación), lo que indicaría el terreno que se formaría por deposición en el interior de la curva de un río (que en realidad es el mismo origen que el germánico waerpen). Es de notar que el río Escalda, antes de un período de transición entre 600 y 750, seguía un curso diferente, que debía haber coincidido con la actual circunvalación, situando la ciudad dentro de una curva del río. Sin embargo, muchos historiadores piensan que sería un gran asentamiento que se llamaría ‘Antverpia‘, pero más como un puesto de avanzada en un cruce del río.
Sin embargo, John Lothrop Motley discute, y así hacen un montón de etimólogos neerlandeses e historiadores, que el nombre de Amberes deriva de «anda» (a) y «werpum» (muelle) para dar an ‘t werf (en el muelle, en el mismo sentido que el actual muelle). Aan ‘t werp (en la urdimbre) también sería posible. Esta «warp» (‘terreno arrojado’) sería una colina artificial o un depósito del río, lo suficientemente alto como para permanecer seco durante la marea alta, sobre el que se podría erigir una construcción que permanecería seca. Otra palabra para werp es pol (dique), y de aquí, polders (la tierra seca tras un dique, que ya no quedaría inundada por la marea). Alfred Michiels ha sugerido que las derivaciones basadas en hand werpen, Antverpia, «en el muelle», o «en la urdimbre» , carecen de respaldo histórico en forma de antiguas ortografías recogidas del topónimo. Señala en cambio que en la Vida de San Eligio (Vita Eligii) de Dado del siglo VII, se registra la forma de Andoverpis. Michiels ve en ello un origen celta indicando a «aquellos que viven en ambos orillas».
Anterior a 1500.
La Amberes histórica supuestamente tuvo sus orígenes en un vicus galorromano. Las excavaciones llevadas a cabo en la sección más antigua cerca del Escalda, 1952-1961 (ref. Princeton), recuperaron fragmentos de cerámica y fragmentos de vidrio de mediados del siglo II y finales del siglo III. La primera mención de Amberes data del siglo IV, habiendo sido habitada por francos germánicos.
La Amberes merovingia fue evangelizada por san Amando en el siglo VII. A finales del siglo X, el Escalda se convirtió en el límite del Sacro Imperio Romano. Amberes se convirtió en un margraviato en 980, por el emperador germano Otón II, una provincia fronteriza frente al condado de Flandes.
En el siglo XI, el líder más conocido de la Primera Cruzada (1096-1099), Godofredo de Bouillon, fue originalmente margrave de Amberes, desde 1076 hasta su muerte en 1100, aunque más tarde fue también duque de Baja Lorena (1087-1100) y Defensor del Santo Sepulcro (1099-1100). En el siglo XII, Norberto de Xanten estableció una comunidad de sus canónigos premonstratenses en la abadía de San Miguel en Caloes. Amberes también fue el cuartel general de Eduardo III durante sus primeras negociaciones con Jacob van Artevelde, y su hijo Leonel, el duque de Clarence, nació allí en 1338.
Siglo XVI.
Después de la sedimentación del Zwin y la consiguiente disminución de Brujas, la ciudad de Amberes, entonces parte del ducado de Brabante, creció en importancia. A finales del siglo XV, las casas de comercio exterior fueron transferidas de Brujas a Amberes, y ya el edificio asignado a la nación inglesa se menciona específicamente en 1510. Amberes se convirtió en la capital azucarera de Europa, importando el producto bruto de las plantaciones portuguesas y españolas. La ciudad atrajo a refinadores de azúcar italianos y alemanes en 1550, y enviaban su producto refinado a Alemania, especialmente Colonia. Los prestamistas y financieros desarrollaron un gran negocio de préstamos en toda Europa, incluido al gobierno inglés en 1544-1574. Los banqueros de Londres eran demasiado pequeños para operar a esa escala, y Amberes tenía una bolsa altamente eficiente que atraía a los banqueros ricos de Europa. Después de la década de 1570, el negocio bancario de la ciudad declinó: Inglaterra terminó su endeudamiento con Amberes en 1574.
Fernand Braudel afirma que Amberes se convirtió en «el centro de toda la economía internacional, algo que Brujas nunca había alcanzado en su apogeo». Amberes era la ciudad más rica de Europa en ese momento. La Edad de Oro de Amberes está estrechamente vinculada a la Era de los descubrimientos. Durante la primera mitad del siglo XVI, Amberes se convirtió en la segunda ciudad europea más grande al norte de los Alpes. Muchos comerciantes extranjeros residían en la ciudad. Francesco Guicciardini, el enviado florentino, declaró que cientos de barcos pasaban en un día y que 2.000 carros ingresaban en la ciudad cada semana. Los barcos portugueses cargados de pimienta y canela descargarían sus envíos. Según Luc-Normand Tellier «se estima que el puerto de Amberes estaba proporcionando a la corona española siete veces más ingresos que las Américas«.
Sin una flota mercante de larga distancia, la economía de Amberes estaba controlada por extranjeros, lo que hizo que la ciudad fuera muy cosmopolita, con mercaderes y comerciantes de Venecia, Ragusa, España y Portugal. Amberes tenía una política de tolerancia, lo que atrajo a una gran comunidad cripto-judía compuesta de inmigrantes de España y Portugal.
En 1504, los portugueses habían establecido Amberes como una de sus principales bases de embarques, trayendo especias de Asia y comercializándolas a cambio de textiles y productos metálicos. El comercio de la ciudad se expandió para incluir telas de Inglaterra, Italia y Alemania, vinos de Alemania, Francia y España, sal de Francia y trigo del Báltico. Los trabajadores calificados de la ciudad procesaban jabón, pescado, azúcar y especialmente telas. Los bancos ayudaron a financiar el comercio, a los comerciantes y a los fabricantes. La ciudad era un centro cosmopolita; su bolsa se abrió en 1531, «A los mercaderes de todas las naciones».
Amberes experimentó tres booms durante su edad de oro: el primero basado en el mercado de la pimienta, el segundo ligado a la plata de América procedente de Sevilla (que terminó con la quiebra de España en 1557) y el tercero, después del tratado de Estabilización de Cateau-Cambresis en 1559, basado en la industria textil. A principios del siglo XVI, Amberes representaba el 40% del comercio mundial. Los ciclos de auge y caída y el costo inflacionario de la vida exprimieron a los trabajadores menos calificados. En el período posterior a 1541, la economía y la población de la ciudad declinaron dramáticamente. Los mercaderes portugueses se fueron en 1549 y había mucho menos comercio de ropa inglesa. Se iniciaron numerosas quiebras financieras alrededor de 1557. Ámsterdam reemplazó a Amberes como el principal centro comercial de la región.
Era de la Reforma.
La revolución religiosa de la Reforma protestante estalló con violentos disturbios en agosto de 1566, como en otras partes de los Países Bajos. La regente Margarita, duquesa de Parma, fue apartada cuando Felipe II envió al duque de Alba a la cabeza de un ejército el verano siguiente. Cuando estalló la guerra de los Ochenta Años en 1568, el tráfico comercial entre Amberes y el puerto español de Bilbao colapsó y se volvió imposible. El 4 de Noviembre de 1576, los soldados españoles saquearon la ciudad durante la llamada Furia Española: 7000 ciudadanos fueron masacrados, 800 casas fueron incendiadas, y se causaron más de £ 2 millones de libras esterlinas de daños.
Revuelta neerlandesa.
Posteriormente, en 1579, la ciudad se unió a la Unión de Utrecht y se convirtió en la capital de la revuelta neerlandesa. En 1585, Alejandro Farnesio, duque de Parma y Piacenza, capturó la ciudad después de un largo asedio y, como parte de los términos de entrega, concedió a sus ciudadanos protestantes dos años para resolver sus asuntos antes de abandonar la ciudad. La mayoría se fue a las Provincias Unidas en el norte, comenzando la Edad de Oro holandesa. La banca de Amberes fue controlada durante una generación por Génova, y Ámsterdam se convirtió en el nuevo centro comercial.
Siglos XVII y XIX.
El reconocimiento de la independencia de las Provincias Unidas por el tratado de Münster en 1648 estipulaba que el Escalda debía cerrarse a la navegación, lo que destruyó las actividades comerciales de Amberes. Este impedimento permaneció vigente hasta 1863, aunque las disposiciones se relajaron durante el gobierno francés de 1795 a 1814, y también durante el tiempo en el que Bélgica formó parte del Reino de los Países Bajos (1815 a 1830). Amberes había alcanzado el punto más bajo en su fortuna en 1800, y su población se había hundido a menos de 40.000 habitantes, cuando Napoleón, al darse cuenta de su importancia estratégica, asignó fondos para ampliar el puerto mediante la construcción de un nuevo muelle (todavía llamado el muelle de Bonaparte) y un acceso-esclusa mole y la profundización del Escalda para permitir que los barcos más grandes se acercaran a Amberes. Napoleón esperaba que al hacer del puerto de Amberes el mejor de Europa pudiera contrarrestar el puerto de Londres y obstaculizar el crecimiento británico. Sin embargo, fue derrotado en la batalla de Waterloo antes de que pudiera ver el plan realizarse.
En 1830, la ciudad fue capturada por los insurgentes belgas, pero la ciudadela continuó en manos de una guarnición holandesa bajo el mando del general David Hendrik Chassé. Durante un tiempo, Chassé sometió a la ciudad a bombardeos periódicos que causaron mucho daño, y a fines de 1832 la ciudadela fue asediada por el Ejército del Norte francés comandado por el mariscal Gerard. Durante este ataque la ciudad quedó aún más dañada. En Diciembre de 1832, después de una defensa galante, Chassé hizo una rendición honorable, poniendo fin al asedio de Amberes (1832).
Más tarde, en ese siglo, se construyó un anillo doble de fortalezas de Brialmont a unos 10 km desde el centro de la ciudad, ya que Amberes se consideraba vital para la supervivencia del joven estado belga. Y en la última década, Amberes se presentó al mundo a través de una Feria Mundial de Amberes a la que asistieron 3 millones de visitantes.
Siglo XX.
Amberes fue la primera ciudad en ser sede del Campeonato Mundial de Gimnasia, en 1903. Durante la Primera Guerra Mundial, la ciudad se convirtió en el punto de repliegue del Ejército belga después de la derrota en Lieja. El asedio de Amberes duró once días, pero la ciudad fue tomada después de intensos combates por el ejército alemán, y los belgas se vieron obligados a retirarse hacia el oeste. Amberes permaneció bajo la ocupación alemana hasta el armisticio.
Amberes fue sede de los Juegos Olímpicos de verano de 1920. Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue un importante objetivo estratégico debido a su puerto. Fue ocupada por Alemania en Mayo de 1940 y liberada por la 11.ª División Blindada británica el 4 de Septiembre de 1944. Después de esto, los alemanes intentaron destruir el puerto de Amberes, que fue utilizado por los Aliados para llevar nuevo material a tierra. Miles de cohetes Rheinbote, V-1 y V-2 fueron disparados (más V-2 que las utilizadas en todos los demás objetivos durante toda la guerra combinada), lo que causó graves daños a la ciudad pero no logró destruir el puerto debido a su poca precisión. Después de la guerra, Amberes, que ya tenía una considerable población judía antes de la guerra, se convirtió nuevamente en un importante centro europeo del judaísmo ortodoxo haredí (y especialmente jasídico).
Un plan de diez años para el puerto de Amberes (1956-1965) amplió y modernizó la infraestructura del puerto con fondos nacionales para construir un conjunto de esclusas en los canales. El principal objetivo era facilitar el crecimiento de la región metropolitana del noreste de Amberes, que atrajo a nuevas industrias basadas en una implementación flexible y estratégica del proyecto como una coproducción entre varias autoridades y partes privadas. El plan logró extender el diseño lineal a lo largo del río Escalda conectando nuevas comunidades de satélites a la franja principal.
A partir de la década de 1990, Amberes se renovó a sí misma como un centro de moda de clase mundial. Apoyando la vanguardia, trató de competir con Londres, Milán, Nueva York y París. Surgió del turismo organizado y de eventos los megaculturales.
(24/01/2018)