
Dedal Artesano Cerámica Talavera de la Reina (Toledo).
Hace un tiempo hemos realizado una visita al municipio de Talavera de la Reina en la provincia de Toledo, de la cual me he traído varios dedales. Uno de estos dedales ya os lo he enseñado en una publicación anterior, y el siguiente de los dedales os lo voy a enseñar en la publicación de hoy.
Talavera de la Reina es un municipio y ciudad de España, en la provincia de Toledo, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Ubicada al noroeste de la comunidad autónoma, la ciudad propiamente dicha se extiende por la margen oriental del río Tajo, a unos 4 km al oeste de la desembocadura del río Alberche, que también se encuentra dentro del término municipal.
Con 83.417 habitantes (INE, 2019), es el segundo municipio más poblado de la provincia y el cuarto de la comunidad autónoma tras Albacete, Guadalajara y Toledo.
Es el centro de un área funcional urbana ubicada en el occidente de la provincia de Toledo. Atrae también en el ámbito económico y de servicios a localidades del valle del Tiétar —en el sur de la provincia de Ávila—1314 y del nordeste de Extremadura. Talavera de la Reina es cabeza de uno de los partidos judiciales más poblados de la provincia.
Ya no se encuentra integrada dentro de la Ley de Medidas para la Modernización del Gobierno Local, más conocida como Ley de Grandes Ciudades de España (Ley 57/2003, de 16 de Diciembre).
Entre las fiestas celebradas en la ciudad destaca la de Las Mondas, pervivencia cristianizada de la fiesta primaveral romana en la que se rendía culto a Ceres, diosa de la agricultura.
El añadido al nombre de la ciudad —”de la Reina“— se remonta al 24 de Junio de 1328, fecha en la que el rey Alfonso XI de Castilla a los diecisiete años de edad contrajo matrimonio con su prima de quince, María de Portugal y le regaló entre otras cosas esta ciudad. Durante el período de la Segunda República esta denominación se modificó y pasó a apellidarse “del Tajo“.
Su elemento físico más característico es el río Tajo, barrera geográfica que en el pasado solo podía ser salvada en escasos lugares. En uno de ellos se levantó la fortificación defensiva que supuso el origen de lo que actualmente es su espacio urbano.
Historia.
Prehistoria y protohistoria.
La vega del Tajo ha propiciado desde la prehistoria un continuo asentamiento de diversas culturas. Se conservan restos paleolíticos, neolíticos y calcolíticos en varios puntos de su área —dolmen de Navalcán, dolmen de Azután, dolmen de La Estrella—. La vertiente norte del valle del Tajo, conocida como Tajonar, con su característico relieve escalonado de terrazas aluviales cuaternarias sobre materiales graníticos paleozoicos, seguramente acoge las primeras poblaciones prehistóricas.
Aunque escapa a todo estudio posible y no existen documentos escritos anteriores a la dominación romana, uno de esos primitivos asentamientos humanos y ulterior origen de la actual ciudad, posiblemente sea un castro vetón, raíz urbana y de su organización del territorio en que se halla, situado en la zona cercana al horcajo que forman el arroyo de La Portiña y el río. Se han localizado numerosas esculturas zoomorfas que forman parte de la cultura de este pueblo prerromano de la Edad del Hierro, del que en la actualidad se encuentran catalogados cuarenta y dos verracos en toda la comarca de Talavera.
La delimitación del territorio habitado por los vetones y el de los carpetanos es problemática. En función de los hallazgos de verracos de piedra —una muestra distintiva pero no exclusiva del arte del pueblo vetón—, la antigua Talavera queda dentro de la zona habitada por los vetones. Se halla en un terreno fronterizo entre ambos pueblos, un punto de gran dinamismo de las culturas del Bronce Final o el Hierro, y constituye la ciudad más oriental de éstos en la actual provincia de Toledo en el momento de la conquista romana, estableciéndose el límite occidental de la presencia carpetana entre las ciudades de Toletum —Toledo— y Caesarobriga —Talavera—. Dentro de los vestigios de la protohistoria vetona corresponde citar, entre otros, el verraco incrustado en el Torreón o Torre del Polvorín, que se conoce como la Cabeza del Moro, el de la finca La Alcoba y el de Talavera la Nueva.
Historia antigua.
Centro urbano que se perpetúa durante el Imperium Romanum con el nombre de Caesarobriga —su fundación romana no ha de tenerse por contradictoria con que sus raíces sean anteriores—, se consolida en época flavia en el marco de la municipalización general de Hispania adquiriendo estatuto municipal y en 182 a. C. pasa a formar parte de la provincia de Lusitania como ciudad estipendiaria y capital del Convento Jurídico de Augusta Emerita. Es el centro económico y político de la comarca a la que pertenece, además de punto nodal estratégico en las comunicaciones entre el centro de la Meseta —la Carpetania— y el occidente peninsular —la Lusitania o, más próxima y exactamente, la Vettonia— a través del paso del Tajo. De la ciudad romana se conoce poco, por las transformaciones urbanísticas medievales y posteriores. Los romanos saben explotar su gran valor ecológico y agrícola dotándola de cultivos como la vid y el cereal, se desarrolla como centro de mercados e intercambios comerciales, acuña moneda propia y cuenta con un alfar de terra sigillata, un foro —del que se han hallado restos en la plaza del Pan— templos, anfiteatro y circo.
Historia medieval.
Con la llegada de los Visigodos el cristianismo se establece en Talavera. En 602 Liuva II regala a la villa la estatua de la Virgen del Prado, transformando la celebración pagana de la diosa Ceres en la fiesta primaveral de las Mondas, dedicada a la patrona. Los musulmanes llegan en 712 y proporcionan a la ciudad una muralla, el alcázar de Abderramán III, regadíos, fuentes y molinos de agua. Talabira, sin dejar de cultivar cereales y vid, sigue con su tradición comercial y comienza a afianzarse la tradición alfarera, principalmente por judíos, que conviven con musulmanes y cristianos. El primer gobernante conocido de Talavera en la época musulmana fue Amrus ben Yusuf quien protagonizó la famosa jornada del foso, cuando tropas talaveranas ejecutaron a nobles toledanos en el Alcázar de Toledo. Talavera tuvo su propio pero efímero reino de taifas de cuyo rey sabemos que se llamó Jazmín Hiaya. Talavera fue reconquistada por el rey Alfonso VI de León en el año 1083. La superficie del concejo medieval llegó a superar los 4000 km².
En el contexto del avance almorávide en la península ibérica entre finales del siglo XI y principios del siglo XII, la ciudad pasa temporalmente a manos de los musulmanes en el año 1109 —no retorna a territorio cristiano hasta por lo menos 1113—; esta circunstancia constituye en su momento una amenaza para el control cristiano de la ciudad de Toledo.
Sancho IV otorga a la villa el privilegio de la organización de dos ferias agrícolas al año, esto deriva en lo que hoy son las ferias de San Isidro en Mayo y San Mateo en Septiembre. El 24 de Junio de 1328, Alfonso XI se casa con su prima hermana María de Portugal. Entre los regalos que le hace a la reina se encuentra la ciudad de Talavera, a partir de esa fecha toma el nombre de Talavera de la Reina. La Reina María ordenó encarcelar a la amante del rey Leonor de Guzmán en el alcázar de Talavera, donde murió ejecutada en 1351. Leonor de Guzmán fue la madre del primer monarca de la Casa de Trastámara, Enrique II de Castilla; este último cedió la ciudad al arzobispo de Toledo, Gómez Manrique, el 25 de Junio de 1369. En el siglo XIV el alfoz talaverano comprendía un territorio delimitado septentrionalmente por los montes al norte de la ciudad y del Tajo y meridionalmente por los límite de la Tierra de Castilblanco y Valdecaballeros.
Historia moderna.
Durante los siglos XV y XVI, Talavera alcanzó gran fama gracias a su cerámica, pruebas de ello se encuentran en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la Catedral Vieja de Salamanca (siglo XIII) o la Iglesia del Real Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos (siglo XIII).
Talavera y sus hijos ilustres como Francisco de Aguirre, Juan de Orellana o Jofré de Loaisa participaron activamente en la Conquista de América. Otros talaveranos influyentes fueron Fray Hernando de Talavera, confesor de Isabel la Católica, el Almirante Francisco Verdugo por sus gestas en Flandes, y el músico Francisco de Peñalosa.
Hechos importantes fueron la otorgación a Guadalupe de carta de jurisdicción y el asentamiento del gran alfoz de Talavera, conocido como Antiguas Tierras de Talavera que abarcaba en 1455 los territorios que iban desde Castilblanco, Guadalupe, Alía y el Valle del Ibor en Extremadura hasta el norte de Toledo. Hoy día la influencia talaverana es aún sensible en todos esos territorios.
A comienzos del siglo XVI se publicó la más importante obra de teatro de la literatura castellana, La Tragicomedia de Calixto y Melibea o La Celestina, escrita por el vecino y Alcalde Ordinario de Talavera —desde el 14 de Junio de 1508 hasta la fecha de su muerte, 5 de Abril de 1541— Fernando de Rojas, nacido en La Puebla de Montalbán.
Durante el siglo XVII la ciudad vivió una época de oro cultural que dio comienzo con el padre de la Historia española, Juan de Mariana, que con sus estudios políticos influyó notablemente y se adelantó a las tesis de la Revolución francesa. Pero fue a partir del año 1750 cuando esta localidad alcanzó su pleno apogeo, con la llegada a la ciudad de las Reales Fábricas de Seda, en las que había empleados más de 4.000 trabajadores, y que funcionaron durante aproximadamente un siglo.
Historia contemporánea.
La guerra de la Independencia tuvo grandes consecuencias sobre Talavera, el 27 y 28 de Julio de 1809 comenzó la batalla de Talavera entre tropas angloespañolas y francesas, sobre el Cerro de Medellín, al norte de la ciudad. Al final las tropas al mando del general Arthur Wellesley lograron expulsar a los franceses al otro lado del río Alberche.
En 1833 se estableció por parte de Javier de Burgos, la división territorial de España por provincias. Talavera, depauperada a causa de la guerra, perdió la oportunidad de convertirse en una provincia y sus tierras fueron divididas entre varias provincias actuales. El área más grande pasó a pertenecer a la provincia de Toledo, si bien el sentimiento comarcal era amplio en sus antiguas tierras.
Durante el siglo XIX aparecieron grandes maestros artesanos ceramistas en la localidad, con lo que se recuperó la tradición alfarera, y la llegada del ferrocarril a finales de siglo, supuso un avance impresionante, pues fue de las primeras ciudades españolas en contar con una estación ferroviaria y experimentó a partir de entonces un aumento de población, procedente sobre todo de los municipios de los alrededores, convirtiéndose en una de las localidades más pobladas del centro de la península.
Siglo XX.
En el siglo XX la población siguió aumentando y por ello fue necesario proceder a la ampliación de la ciudad, con barrios de nueva creación. Talavera fue ganando prestigio como centro comercial importante de la zona centro.
También apareció un ceramista muy conocido, Juan Ruiz de Luna, en cuyo honor hoy existe el Museo de Cerámica Juan Ruiz de Luna. La obra de este alfarero puede verse en la Basílica de Nuestra Señora del Prado, en la Plaza del Pan, y en la fuente de rana del Colegio Juan Ramón Jiménez.
Durante la II República la ciudad vio surgir aunque solo fuera en planos la posibilidad de convertir una zona hasta ahora de secano en una zona de regadío.
Talavera de la Reina permaneció fiel a la República al producirse el golpe de Estado del 18 de Julio de 1936; su nombre cambió al de Talavera del Tajo. Durante ese periodo se produjo una represión contra religiosos y partidarios del ejército sublevado. El 1 de Septiembre de 1936 la aviación franquista bombardeó el popular barrio de Puerta de Cuartos, y causó algunos muertos e importantes destrozos. El 3 de Septiembre las tropas rebeldes entraron en Talavera al mando del teniente coronel Yagüe y el comandante Castejón, quienes continuaron con la represión en este caso contra el bando derrotado. La ciudad sufrió también varios bombardeos de la aviación republicana, en Julio de 1937 y Marzo de 1938.
Durante el Franquismo se recuperó el proyecto republicano de convertir en regadíos la zona de Talavera; para ello se creó el Canal Bajo del Alberche y se fundaron nuevos pueblos: Talavera la Nueva y Alberche del Caudillo. Esto desencadenó una explosión demográfica. La población comenzó a crecer con gentes venidas de todos los pueblos de la provincia, el sur de Ávila y el este de Cáceres. A finales de la dictadura, la población era aproximadamente de 55.000 habitantes, superando en número a la de Toledo.
La restauración democrática se inició en Talavera con las primeras elecciones municipales, que dieron la victoria a Jesús García de Castro, cuyo legado más destacado fue su reivindicación de crear la provincia de Talavera, debido a su singularidad dentro de Toledo y a la necesidad de relanzar la mermada economía comarcal, reivindicación que fue perdiendo peso con el paso de los años -no obstante, su sucesor en la alcaldía, el socialista Pablo Tello, llegó incluso a solicitar la separación de la comunidad sur-castellana-. Estos años coinciden con los cambios político-sociales de la Transición en España, que tuvo su repercusión a nivel local en la creación de los partidos políticos, movimientos sindicales y asociaciones vecinales y otras de muy diversa índole.
Luis Antonio González Madrid fue el siguiente mandatario talaverano, elegido por el partido centrista CDS, cuya contribución fue decisiva para impulsar la cooperación del ayuntamiento con las asociaciones de vecinos en los asuntos municipales.
En 1989 volvió al gobierno el PSOE de la mano de Javier Corrochano, sucedido en el cargo por el también socialista Isidro Flores. Fueron los años del movimiento social NOSOTROS TALAVERA, creado con el objetivo de luchar contra la marginación de la comarca talaverana en las instituciones castellanomanchegas, tras la decisión del gobierno regional de trasladar la sede de la UNED a Toledo. Este movimiento, tras la exitosa huelga general y manifestación del 27 de Febrero de 1992, consiguió que el entonces presidente José Bono firmara el conocido como “Documento Bono“, en el que se incluían históricas reivindicaciones de los talaveranos como la creación de una universidad, mejoras en el abastecimiento de agua y creación de cinturones industriales, mejoras que en parte quedaron sobre el papel o no fueron resueltas como se demandaba -en 1994 la Universidad de Castilla-La Mancha abrió un campus residual dependiente del de Toledo, sin edificio propio y con solo 3 diplomaturas-.
Tras un gobierno del PP presidido por Florentino Carriches que tuvo como mayor logró el afianzamiento del campus universitario y una política de infraestructuras, promoción de industria y medio ambiente, en 1999 el Partido Socialista volvió al poder de la mano de José Francisco Rivas.
Siglo XXI.
Rivas se mantuvo como primer edil hasta las elecciones municipales de 2011, que dieron la victoria al Partido Popular, siendo Gonzalo Lago el Alcalde de Talavera hasta su fallecimiento en 2014 y posteriormente el también Popular Jaime Ramos, perdiendo la mayoría absoluta y estando en minoría. En las elecciones municipales de 2019 el PSOE consiguió 14 concejales, superando la mayoría absoluta y obteniendo la alcaldía Tita García Élez.
Talavera es desde hace varias décadas la segunda ciudad más poblada de la provincia, cuarta de la Comunidad Autónoma.
Su voluntad se centra hoy en reforzar su intensa actividad comercial, con un moderno pabellón de ferias y eventos (Talavera Ferial), centros comerciales y turismo. El proyecto más añorado es, sin embargo, el Tren de Alta Velocidad AVE Madrid–Lisboa, previsto en un principio para el año 2008, pero que ha sido retrasado sucesivamente por el Gobierno central al año 2010, 2012, 2015 y actualmente hasta 2020. Se prevé de igual manera la creación de un nodo logístico dentro del eje atlántico y dependiente del Puerto de Sines en Portugal.
(09/04/2017)